Estos dígitos arrancan de una pista. Parten de la parrilla de salida de Fórmula 1. En ese lugar los números son imprescindibles, según Pablo Gámez y Martha Gómez. Por eso se trasladaron hasta allí mentalmente al diseñar esta numerografía para la revista de diciembre de Yorokobu.
“No queríamos que los números fueran una ilustración sobre F1, sino que tuvieran el mismo espíritu”, dicen. “Por eso analizamos aspectos de esa competición que han permanecido sin cambios a lo largo de los años (los circuitos, los pianos de la pista, las marcas de neumáticos…) y con esas señas intentamos hacer una referencia. Para cualquier aficionado, la F1 es velocidad pero también inteligencia y estrategia. Queríamos que los números tuvieran también un pequeño punto de complicación que los hiciera más interesantes”.