Hay otras formas de inventar letras pero a José Carlos Noguera le gustaba “liarla” en el colegio para que le castigaran y, de ese modo, tener que escribir cien veces: “No volveré a…”. También le encantaban los cuadernos Rubio y las hojas para jugar con caracteres alfanuméricos Letraset. “Cuando tomaba apuntes, cambiaba de caligrafía constantemente”, asegura el director de arte. “Me inspira el placer de escribir a mano, de lo manual…”.
En estos números, diseñados para la sección de numerografía de la revista Yorokobu de este mes de enero, dice utilizar el rombo como forma de composición para llevar la escritura occidental al mundo árabe.
“Inicialmente trabajo a la antigua usanza, sobre papel con tinta y plumilla biselada, manuscribo y voy desarrollando cada número”, explica el madrileño y autor del proyecto Check-the-sign. “En este caso, utilizo el rombo como forma de composición, ya que, para mí, es un elemento notable en mi forma de llevar la escritura occidental al mundo árabe. A partir de ahí juego con los trazos de cada número para llegar a esa forma de rombo que inicialmente he decidido. Luego escaneo y vectorizo con Illustrator porque me permite seguir jugando y ajustar la composición”.
Noguera asegura que sus referencias son “¡morunas, morunas!”. “Así de simple”, apunta. El estilo de estos números “no es algo que se me haya ocurrido para este diseño en concreto”, especifica. “Llevo ya tiempo trabajando en esto y es algo con lo que disfruto mucho. Mi idea es la de llevarme la caligrafía con los caracteres occidentales a la estética árabe. Esto viene por el placer de hacer caligrafía manuscrita”.
Categorías