Trankimazin, Diazepam, Orfidal, Valium… Puede que tomes alguno de estos fármacos o conozcas a quien los use. Puede que seas mujer. Y puede que en ocasiones te sientas como Nurse Jackie.
LAS MENTIRAS DEL CINE DE LOS 80
En los 80 y los 90 del siglo pasado nos dijeron que los hombres tenían que ser como Tom Cruise o Michael J. Fox en las películas: tener ambiciones y hacer todo lo posible para ganar un millón de dólares antes de cumplir los treinta.
A las mujeres les dijeron que podían ser ejecutivas o diseñadoras de Dior, casarse con Harrison Ford, tener dos hijos y llevar una casa sin perder la sonrisa.
DE AQUELLOS POLVOS, ESTOS LODOS
Algunos tipos que se criaron con El secreto de mi éxito o Cocktail son los especuladores que nos están llevando a la ruina. Y las supermamás no son ejecutivas bien intencionadas o diseñadoras cool, si no esclavas de empleos precarios, la jornada partida y las rotaciones… Las supermamás no tienen superpoderes; toman pastillas para los dolores musculares, para controlar la tensión, para dormir… Los niñatos que admiraban a los buscadores de riqueza, son los que han destrozado a las supermamás.
JACKIE PEYTON: HUMANA, DEMASIADO HUMANA
Jackie Peyton, Nurse Jackie, es una heroína de nuestro tiempo, con tantos defectos como virtudes. El personaje femenino más auténtica de las series de televisión. (¿La precursora de personajes femeninos más veraces o una rareza?) Es una enfermera con la espalda rota, turnos dobles, una niña que va al psicólogo, un marido con un negocio que no arranca, y una casa en los suburbios. Y, sin embargo, mantiene la sonrisa… gracias al Percocet, la Oxicodona y otras drogas médicas.
Los compañeros de trabajo de Jackie Peyton parecen irreales. Como su amiga la doctora O’Hara que por las noches quizá tome Cosmopolitans con Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker), o el joven y atractivo cirujano de comedia romántica.
LAS DROGAS, UNA MÁQUINA DEL TIEMPO
No es raro que Jackie Peyton huya en ocasiones al País de los Sueños a golpe de analgésicos opiáceos: un lugar que es una estampa de los idealizados años 50.
LAS ADICCIONES PASAN FACTURAS
Se puede viajar al País de los Sueños, pero no es posible quedarse en él. Lo peor es que el regreso siempre es traumático. Con el tiempo, el abuso pasa factura y la realidad se vuelve inmanejable, y las situaciones que antes eran agobiantes pasan a ser dramáticas.
Ante este panorama, el espectador se convierte en una criatura cruel: si Jackie Peyton escapa de sus adicciones y salva a su familia, la serie Nurse Jackie desaparece. Pero esto, también es una esperanza. Es lo que queremos que hagan los héroes: que nos den un alivio, una catarsis, un momento de iluminación.
P.D.: La cuarta temporada de Nurse Jackie se estrena en Showtime el 9 de abril.