“Acumulamos más de lo que usamos y tenemos más de lo que necesitamos. Almacenar tantas cosas no nos ha hecho más felices, sino más dependientes. Las adquisiciones se usan, se guardan o se tiran, pero raras veces se comparten. Cansados de vivir inmersos en este consumismo frenético, individualista y ya insostenible, desde Obsso gritamos ¡basta!”.
Esta es la filosofía y, a continuación, nació la aplicación. Obsso surgió de un escenario que se repite infinidad de veces. Demasiados objetos acumulados en casas sin uso y sin el valor suficiente para sacarlos de ahí. “Queremos fomentar el consumo colaborativo y pensamos que una app podía ayudar a muchas personas a desprenderse de cosas y adquirir otras nuevas sin intercambio de dinero. Cada uno da a su pertenencia un valor y la intercambia por otra cosa con sus contactos o los contactos de sus contactos”, explica Víctor González.
Este experto en marketing online pensó en diseñar una app de consumo colaborativo cuando acabó sus estudios. “Me di cuenta de que durante años había ido acumulando cosas de un valor increíble que ya no utilizaba. No sabía qué podía hacer con ellas. Fui dando vueltas a la idea y al final lo llevé al trueque”, relata.
González hace hincapié en que, para crear esta aplicación, se inspiró en Instagram. “En esta red social las fotos que ves son reales y eso no ocurre siempre en las páginas de venta de segunda mano o redes de intercambio”, indica. “Es muy fácil tomar una foto con Instagram. La haces con el móvil y la subes directamente. Esta fórmula es muy eficaz para una app de intercambio de productos”.
La aplicación es gratuita, pero incluye algunos servicios de pago. En Obsso se pueden subir dos fotos sin ningún coste. Si un usuario quiere publicar dos más, lo puede hacer mediante un micropago. También puede situar su producto entre los intercambios populares o hacer una promoción segmentada si paga por ello. Esta es una de las formas con las que esta start-up, que se acaba de trasladar a Granada, pretende ser rentable.
“Otro modo de financiación que hemos pensado es establecer una comisión de envío a la empresa de paquetería que haga el intercambio”, añade el fundador de Obsso.
Víctor González encargó el diseño de la app a David Lillo. “Nos importa mucho el diseño”, comenta. “Buscábamos algo más estético, móvil y fácil de entender y de usar”. Por el momento, está solo en español y se dirige a los mercados de habla hispana y Europa.
En este proyecto, González cuenta con el apoyo de su reciente socio, el programador Carlos González Martín, y una aceleradora granadina llamada Spiral Startup. Pero el experto en marketing digital enfatiza que lo que más le está gustando de este proyecto es que “los profesionales que están colaborando me ayudan en vez de pedirme dinero. Hemos hecho el desarrollo de la app mediante trueque”.
El ideario de esta app se ha colado en su propio desarrollo. O, tirando de refranero, se podrían aplicar dos: ‘predicar con el ejemplo’ o ‘aplicarse su propia filosofía’.
“Debemos comprender que acumular sin ton ni son solo entorpece nuestro camino. Promulgar que el valor monetario es insignificante en comparación con lo que podemos conseguir realizando un intercambio con auténtico significado”, dicen. Y para darle solemnidad, lo detallan en este manifiesto:
La vida es simple. Tus antiguas pertenencias solo tienen valor sentimental. Olvídate del valor monetario. Intercambia los objetos que ya no usas por otros que desees. Deshazte de cosas inútiles. Muévete. Solo tú controlas tu mundo. No acumules lo que no necesitas. Comparte. Las cosas mueren si no les das uso, vida, alma… Si algo te gusta, pídelo. Busca el lado más hermoso de las cosas. Esta es nuestra manera de pensar, este es nuestro estilo de vida.
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