Ommwriter, un procesador de texto para escribir en paz

Hay un procesador de textos que permite escribir sobre un invierno. Y que conforme vas escribiendo suenan cuencos tibetanos y pájaros al fondo. Se llama Ommwriter y lo ha diseñado HerraizSoto.

Un maestro zen dijo hace miles de años que “todos estamos a merced del mono loco de nuestras mentes moviéndose constantemente de rama en rama”. Es la actividad incesante de la mente. Y si eso ya ocurría desde el principio de los tiempos, la cultura de internet no ha hecho más que aumentar esa dispersión de la atención y se ha llegado incluso a hablar del multitasking syndrome o síndrome de las ventanas.

Ommwriter se presenta en su web como “un humilde intento de volver a capturar lo que la tecnología nos ha arrebatado: nuestra capacidad de concentración”. “Es un simple procesador de textos que cree firmemente en hacer de la escritura un placer otra vez, reivindicando la estrecha relación entre escritor y papel. Cuanto más íntima sea la relación, más suave será el flujo de inspiración. Si eres guionista, blogger, periodista, copy, poeta o una persona que disfruta escribiendo, bienvenido de nuevo a la concentración”.

Y lo han llamado Ommwriter en alusión al zen. “Es la mejor manera de representar la concentración”, explica Oliver Henares, planner de HerraizSoto.

La idea llegó un día en que en la agencia empezaron a programar una herramienta interna para que “nuestra gente pudiese concentrarse más y mejor a la hora de escribir y encontrar ideas”, cuenta el planner. Ommwrite, disponible únicamente para Mac por el momento, es “una especie de procesador de textos que nos alejase del ruido exterior e interior. No sólo en el ordenador, en nuestra mente también. Tenemos un montón de ventanas abiertas. El procesador de texto surgió de la abstracción que buscas cuando te pones a escribir, es casi una acttitud de relajación y paz interior”.

Cuando la terminaron, empezaron a usarla, les gustó y decidieron que “sería buena idea compartirla”. Y eso es lo que están haciendo. Pero, además, la conciben como un proyecto abierto. HerraizSoto anima a los usuarios en la web de Ommwriter a enviar sus ideas para mejorarla: “Si te gusta lo que ves, comparte el amor”.

Dos días después del lanzamiento ya habían recibido miles de emails, de acuerdo con Henares. “Estamos muy motivados por compartir experiencias. Nos consta que ya hay gente que ha hackeado el programa para añadir nuevos backgrounds”.

Ommwriter no tiene nada que ver con ninguna marca. Ni siquiera con HerraizSoto. Es suyo pero no nació como proyecto de autopromoción. “Es totalmente la voluntad de compartir algo de valor con todo el mundo, desde nuestros corazones a los vuestros. Creo que es lo que mejor describe el panorama tecnológico global de hoy, ¿no?”.