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Creatividad

Si eres una madre o un padre sensible, no sigas esta cuenta en Instagram

«Cada martes mamá me pide una foto para ver si el bebé está bien», escribió Kenny Deuss, technical manager en una sala de conciertos y centro juvenil de Amberes (Bélgica) que acababa de ser padre por primera vez y al que su pareja le había dejado al cuidado del retoño. Y como los deseos de mamá son órdenes, le mandó la primera foto. Solo que lo que la madre vio en ella no era exactamente lo que esperaba (o quizá sí, según lo prejuicioso que se sea).

Si hay algo que le guste tanto como cuidar de sus hijos es tomarle el pelo a su pareja. Así que trolearla con las imágenes de su bebé Alix en medio de locas y peligrosas situaciones salió casi como algo natural. «Y tener un bebé era una situación ideal para empezar a gastar bromas a mi novia cuando ella estaba en el trabajo y yo tenía que cuidar de nuestra hija». De aquellas bromas nació su cuenta en Instagram On Adventure With Dad, cuyas imágenes no son aptas para madres y padres prudentes, sensibles y que sufran de ansiedad.

Porque enfrentarse a la visión de un bebé jugando con un enchufe, o una sierra eléctrica, o subido en lo alto de una escalera sin ninguna supervisión, o bebiendo alcohol, o volando por los aires como si fuera una pelota que padre e hija se lanzan jugando no es muy tranquilizador, aunque sí divertido, una vez que te das cuenta de que nada de lo que ocurre ahí es real.

Podría decirse que las peores pesadillas de su chica son la inspiración para Kenny Deuss a la hora de crear sus fotos. «Más o menos, jaja. La mayoría de mis ideas surgen de situaciones de la vida cotidiana. Creo que las situaciones más realistas son las que mejor funcionan».

A Deuss le gusta provocar y sorprender al espectador. Eso, dice, hace la foto más divertida. «Pero, al mismo tiempo, mis fotos también funcionan como una advertencia de que los peligros están a la vuelta de la esquina. Nunca se puede ser demasiado cuidadoso. Es bueno que la gente se ría con estas situaciones, pero que se dé cuenta, a la vez, de que algo puede salir mal muy fácilmente».

Cuando se le ocurre una idea, Kenny la apunta en un cuaderno. Según como sea la locura que se le ha venido a la mente, busca el escenario adecuado para llevarla a cabo y los objetos que necesita para desarrollar la puesta en escena. Luego solo faltaría hacer la foto. «Los preparativos son los que más trabajo dan. La iluminación y las sombras son las partes más difíciles, así que esto es algo que tengo que pensar con mucho cuidado».

Gran parte del humor de todas estas escenas se basa en una burla, pero no de la madre, sino de un prejuicio: el de que los padres no son capaces de cuidar igual de bien a sus hijos, como lo haría una madre. «Sí, creo que esto es algo que mejora el concepto», corrobora Kenny. «La gente piensa que los padres son menos estrictos y cuidadosos con los niños, así que me burlo de esa idea. Creo que esto no es cierto en la mayoría de los casos; los padres están muy involucrados en la crianza de los niños y se preocupan mucho por ellos. Yo tengo una muy buena relación con mi hija y la cuido muy bien. Y creo que muchos padres cuidan muy bien de sus hijos».

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