Los museos suizos son verdaderas joyas en cuanto a contenido (seguro que hay bastantes obras que conoces y quizá no sabías que estaban en Suiza) y a continente (el interés arquitectónico de muchos de ellos casi eclipsa su interior). La asociación Art Museums of Switzerland agrupa once de ellos.
Basilea cumple dos récords relacionados con museos. Tiene la mayor concentración de museos de Suiza y en ella se encuentra el más visitado del país. Se trata de la Fundación Beyeler. Su colección es pequeña pero selecta, y se asoma a la naturaleza a través de los grandes ventanales del edificio, totalmente integrados con los lagos y jardines que lo rodean. Desde él se divisa paisaje alemán y las obras, pocas en cada sala, pueden ser observadas con luz natural. Aquí se encuentra el famoso desnudo azul de Henri Matisse.
El Kunstmuseum de Basilea ya era conocido por contener una de las colecciones más importantes del mundo. A ese interés se suma ahora el arquitectónico. El nuevo edificio recientemente inaugurado es digno de ser visitado no solo por su contenido (que ahora acoge la exposición Sculpture on the move), sino también por sus curiosidades arquitectónicas.
Un estilo muy diferente tiene el Museo Tinguely, con edificio diseñado por Mario Botta y la colección más grande a nivel mundial. La exposición permanente está dedicada a Jean Tinguely, y las temporales se consagran a artistas contemporáneos y tendencias actuales. Actualmente alberga una exposición sobre el tacto en el arte, Prière de toucher.
En Berna se encuentra el Zentrum Paul Klee. Contiene la mayor colección mundial dedicada a un solo artista, Paul Klee. Por fuera, llama la atención su apariencia de tres inmensas olas. Junta distintos tipos de arte, ya que en él se organizan eventos musicales y teatrales.
El Museum of Fine Arts de Bern abarca ocho siglos de corrientes artísticas, desde el gótico hasta el presente. Además, se ofrece como lugar de reflexión acerca de las corrientes artísticas y otras cuestiones.
En Zúrich se encuentra el Museum für Gestaltung. Es una parada obligada para los amantes del diseño aplicado y la comunicación visual, dos campos en los que Suiza es un referente.
Otro edificio artístico emblemático de Zúrich es el Kunsthaus Zürich, conocido por obras de artistas modernos y también por su acertada programación de exposiciones temporales. Monet, Picasso, Giacometti y la mayor colección de Munch fuera de Noruega.
Si nos desplazamos hasta Lugano, encontramos el reciente LAC Lugano Arte e Cultura, inaugurado en 2015. Se trata de un centro cultural dedicado a las artes visuales y escénicas del cantón del Ticino, aunque también contiene obras de maestros de otras regiones.
En Lausana se encuentra el Musée de l’Elysée, uno de los más grandes dedicados íntegramente a la fotografía. Por si este no fuera suficiente aliciente, conviene señalar que se aloja en una villa con encanto del siglo XVIII.
Hasta Ginebra nos trasladamos para visitar el Musée d’art et d’histoire de Genève. Tiene un interés histórico y arqueológico, ya que su colección comienza en la prehistoria, y alberga también obras de la Edad Moderna, convirtiéndose en el único museo multidisciplinar de Suiza.
La segunda parada obligada en Ginebra, y última de este pequeño tour virtual, es en el Mamco, Musée d’art moderne et contemporain, el mayor de Suiza en la disciplina de arte moderno. Está ubicado en una antigua fábrica, se rediseña tres veces al año y rehuye de la típica distinción entre permanente y temporal.
Seguro que no puedes elegir uno. Y seguro también que, si viajas por tierras Helvéticas, tendrás varios de ellos muy cerca.