Un día Monsieur Lupas perdió sus gafas. Otro día salió de casa a tomar una copa y volvió sin ellas. Y otro día se metió debajo de una apisonadora. ¿Él? Quedó ileso. ¿Sus gafas? Destrozadas. Pero a Monsieur Lupas no le importa lo más mínimo porque comprarse unas gafas nuevas le cuesta lo mismo que salir de cañas o, dicho de otro modo, paga hasta un 70% menos que si las comprara en una óptica convencional. Y lo irá mostrando cada mes en un viral.
Destrozará sus gafas de la manera más cafre posible y entrará a una óptica escogida al azar para pedir presupuesto de reparación. Después lo comparará con el precio de unas nuevas gafas en Optica Directa.
¿El mejor precio? Optica Directa en todas las ocasiones y la razón no tiene mucho misterio. La compañía vende directamente por internet y se quita de en medio a intermediarios y gastos de mantenimiento de tiendas físicas. En Optica Directa el precio de unas gafas va desde 15 a 60 euros.
La estrategia es de Waskman y es de las pocas que hacen referencia directa al precio. “Los productos ahora son muy parecidos. Por eso se recurre tanto a temas emocionales en la comunicación. En este caso, sin embargo, hemos hecho una estrategia clara para competir por precio”, explica Alvaro Rey, CEO de este estudio.
La misión de Waskman es sólo una: generar visitas a la web de Optica Directa porque, según Rey, una vez que la compañía consigue el cliente no tiene que hacer ningún esfuerzo en fidelizarlo. El precio ya se encarga de ello.
La compañía ha optado decididamente por un tono de humor y una comunicación directa con sus posibles usuarios en Twitter. Optica Directa entra en conversación con personas que hablan de gafas. Mira alguna de ellas…