Maneras de Vivir

¿Padeces ortosomnia? Puede que tu pulsera de actividad tenga la culpa

Publicado por
Compartir

Estaba convencida de que no dormía bien. Su pulsera Fitbit se lo dejaba muy claro mañana tras mañana, cuando repasaba las estadísticas de sueño de la noche anterior. Así que acudió al médico y solicitó que le hicieran un estudio exhaustivo para poner remedio a su mal. Pero los resultados de las varias pruebas a las que la sometieron decían otra cosa: la joven dormía bien. No había ningún problema al respecto. Sin embargo, ella seguía mostrándose incrédula. «Entonces, ¿por qué mi Fitbit me dice que duermo mal?».

La anécdota es real. La cuentan los investigadores de las universidades de Northwestern y Rush en Chicago (EEUU) que participaron en un estudio sobre ortosomnia, publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine, la revista de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM por sus siglas en inglés). Y ahí, a la ortosomnia, queríamos llegar.

Estos investigadores acuñaron el término a partir de las palabras griegas orthos (correcto) y somnia (sueño) para tratar de definir un nuevo trastorno: el de la obsesión malsana que sienten algunas personas por lograr la calidad de sueño perfecta y su cuantificación. Y a esta obsesión han contribuido en gran parte los dispositivos que la miden y que muchas personas lucen en sus muñecas.

Lo que por un lado podría resultar positivo, esa involucración de los individuos en la búsqueda de un sueño saludable gracias a estos medidores, se convierte, sin embargo, en un problema que hace que algunas personas estén «llevando la autocuantificación (los parámetros para dormir bien) demasiado lejos», como se afirma en el citado informe.

Tanta es la preocupación de estas personas por conseguir el sueño adecuado en todas sus fases que acaba generándoles ansiedad. Y entran así en una rueda infinita en la que la ansiedad deriva en insomnio, que trata de combatirse durmiendo un excesivo número de horas, lo que acaba provocando más insomnio y unos resultados en los medidores desastrosos que generan ansiedad.

La cuestión es: ¿son fiables estos tipos de dispositivos para medir la calidad del sueño? Los modelos más populares cuentan con un actímetro, un sistema que detecta movimientos. Es lo que les permite contar los pasos que damos, por ejemplo, y lo que utilizan también para medir el sueño.

Parten de la premisa de que cuando no nos movemos es porque hemos entrado en la fase de sueño profundo (la que proporciona más descanso), mientras que si detectan algún movimiento, nuestro sueño es ligero. Es el principio de la actigrafía frente a la polisomnografía, que mide la calidad del sueño de los pacientes conectándolos a una serie de electrodos que registran una serie de parámetros bastante más complejos.

Un estudio sobre el papel de la actigrafía para medir el sueño y los ritmos circadianos publicado en la AASM concluye que, si bien puede ser útil para distinguir entre estados de sueño y vigilia, no es tan precisa para diagnosticar trastornos del sueño como la polisomnografía. En esa misma línea, otro estudio realizado por el departamento de Psicología de la West Virginia University comparando la polisomnografía con medidores del sueño como la pulsera Fitbit determinó que tanto la actigrafía como la pulsera «identifican erróneamente la vigilia como sueño y, por lo tanto, sobrestiman tanto el tiempo como la calidad del sueño».

La preocupación por el sueño no es nueva. Y es de sobra conocido que dormir mal o poco acaba teniendo consecuencias negativas para nuestra salud. Quienes padecen ortosomnia padecen insomnio, irratibilidad, problemas de concentración y una profunda decepción cuando, al despertar, comprueban en sus dispositivos que la calidad de su sueño no ha sido tan perfecta como hubieran deseado.

Así que poca broma. Te diga lo que te diga tu pulsera de actividad, sabrás que has dormido bien si te levantas descansado. Quizá la clave para dormir mejor consista en algo tan sencillo (o tan complicado, quién sabe) como saber cuándo es una hora prudente para darle al stop en Netflix y dejar esa serie para mañana; apagar cualquier aparato que te diga que has recibido un email; y entender que el mundo no va a dejar de dar vueltas porque tú no hayas recogido la cocina después de cenar. El sueño es una necesidad, pero el estrés con el que lo afrontes es una elección. Así que acuéstate, cierra los ojos y duerme.

Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista. Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu. A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá. Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

Publicado por

Publicaciones recientes

  • Entretenimiento
  • NO_Google

Un mosaico editorial para conocer a Björk

«Medio lapona, medio esquimal, medio mongola», parodiaba Joaquín Reyes y recuerda Pablo Gil en un…

23 de enero de 2025
  • Branded content

Aviso a Trump: así colapsan los imperios

Si eres un imperio, la única verdad de la que puedes estar seguro es que…

21 de enero de 2025
  • Agenda

‘La luz de un lago’ de El Conde de Torrefiel

El Conde de Torrefiel es un proyecto escénico que fluctúa entre la literatura, las artes…

21 de enero de 2025
  • Sin categoría

Fiestas de lectura: ¿Quedamos para leer?

Les gustaba leer, pero nunca encontraban tiempo. También les gustaba quedar y divertirse juntos, pero…

20 de enero de 2025

El regalito del viernes: Esto va de tecnología, no tengas miedo

La tecnología (pero no cualquiera, esa que se nos muestra en las pelis de ciencia…

17 de enero de 2025

Caligrafías urbanas, un CIS escrito en las paredes

La ciudad nos habla. Lo hace a través de las paredes, los cuadros eléctricos ubicados…

16 de enero de 2025