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Östereotipos, los tópicos austriacos vistos por los propios austriacos

Cuando desconocemos algo, tirar de tópicos es lo más socorrido. En el caso de Austria recurrir a las montañas del Tirol,  Mozart, el vals, Sisi, el chocolate Milka o a Arnold Schwarzenegger suele ser habitual entre los que nunca han pisado el país.

Los estereotipos pueden ayudar a entender la idiosincrasia de un lugar. Aunque hay que tener cuidado al utilizarlos porque, en ocasiones, pueden llegar a distorsionar la imagen de un determinado país y de sus ciudadanos.

Para algunos oriundos, la percepción que los foráneos tienen de su país o de sus habitantes puede molestarles. A otros les resultará indiferente. Y a otros puede que graciosa…

Éste es el caso de Proxi, un estudio de diseño con dos delegaciones, una en el entorno urbano de Barcelona y otra en una zona rural de Austria, que en los últimos meses han investigado acerca los principales clichés asociados a este último país. Una vez identificados, no han podido resistirse a ironizar sobre ellos. El resultado es Östereotipos – El pueblo en Diagonal, una visión de los tópicos sobre Austria realizada por austriacos.

Entre ellos está Schwarzenegger, el gran embajador de Austria en el exterior que, sin embargo, se utiliza de imagen de fondo para una sopa de letras que incluye palabras de lo que representa Austria para los austriacos.

Tampoco falta otro clásico austriaco, las salchichas de Viena, que caen en forma de lluvia sobre el Tirol.

Una iglesia, edificio presente en toda ciudad austriaca con independencia de su tamaño, se representa en la exposición mediante una ilusión óptica repartida en tres salas.

La bandera del país sale de tres copas de vino austriaco, por supuesto.

¿Y qué hacen unos iPads clavados en unos troncos de árbol? Según los miembros Proxi, se trata de una especie de ‘chiste’ respecto a los populares leñadores de Austria y la vida en el campo: «Es una forma de representar que aunque conserva sus tradiciones rurales, Austria va mucho más allá».

La parte más interactiva de esta exposición, que podrá visitarse hasta el 20 de diciembre en Casa de les Puntxes, la representan unos carteles cuyos ‘huecos’ deben ser rellenados por los visitantes, según los organizadores de la muestra.

Por Ximena Arnau

Ximena es redactora de Yorokobu y Ling

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