En las poblaciones donde hay luz eléctrica los niños pueden estudiar durante las primeras horas de la noche. El flexo les enseña los libros. En las comunidades donde no hay electricidad las horas de estudio las clausura la caída del sol. Los adultos pueden trabajar más horas bajo una bombilla y los caminos son más seguros cuando la luz desnuda los escondites.
No es necesario dar más ejemplos para mostrar la brecha que se produce entre las poblaciones con y sin electricidad. La luz, el calor y la conectividad que proporciona la electricidad cambia radicalmente la vida de una comunidad y marca la hoja de ruta que asciende hacia el progreso o desciende hacia la miseria.
En muchas zonas de Africa no es fácil encontrar un enchufe a mano. Pero llevar electricidad a todos sus territorios no sería ni viable económicamente ni amable con el planeta.
Los emprendedores sociales Adriaan Mol y Andrew Tanswell vieron, hace años, que la luz era imprescindible pero la electricidad no. Pensaron que los paneles solares podían proporcionar la energía que acabaría con la oscuridad de millones de personas en Africa y que cargaría las baterías de sus radios y sus móviles para estar conectados con otras personas.
En junio de 2008 fundaron ToughStuff como una startup social que fabrica paneles solares personales “para personas de escasos recursos”. “Los productos de ToughStuff reemplazan alternativas caras y que dañan el medio ambiente por productos que proporcionan energía sin dañar el planeta, reducen la pobreza, mejoran la salubridad de las comunidades y ayudan a generar microempresas”, explica Victoria Emmett, office manager de compañía.
Los paneles solares tienen un tamaño similar a una hoja A4 y su precio es de unos 10 dólares. En la actualidad más de 1.500 millones de personas en Africa no tienen acceso a electricidad, según ToughStuff. La sustitución de pilas para cargar sus dispositivos por estos paneles supondría un importante ahorro económico y disminuiría drásticamente la contaminación.
Los paneles se empezaron a vender en Madagascar en 2009, según Emmett, y en 2010 se expandieron a 10 países africanos más. “Ahora acabamos de entrar en Malaui y, además, hemos distribuido unos 30.000 kits de emergencia en desastres naturales, como el terremoto de Haití en 2010”.
De acuerdo con la office manager, “los kits de lámpara y panel se están expandiendo rápidamente. Muchas personas los están utilizando para optimizar su economía. Por ejemplo, muchos lo emplean para aumentar la productividad de sus granjas de pollos durante la noche”.
Los productos de captación de energía solar tienen una versión para particulares y otra para microempresas llamado Business in a Box.
La filosofía de empresa social no solo se aplica hacia afuera. También se lleva hacia dentro. “En ToughStuff creemos firmemente que crear empleo a través de empresas es la única forma sostenible de erradicar la pobreza”, asegura Emmett. “Nuestra compañía genera empleo contratando a profesionales locales y aprovechando su experiencia en el mercado local. En la actualidad 40 personas de Kenia y Madagascar forman parte de nuestra plantilla de comerciales”.
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