Cada vez que una persona pasa por la avenida 28 de julio, en el barrio de Barranco, tiene que pisar a seis hombres, a tres mujeres y a un perro. Todos ellos están en el suelo y son blancos. Forman parte de un tipo de cruce peatonal que está invadiendo Lima, Perú, para educar con cultura vial a todos aquellos que pasan por ahí. Ya sea con fotos de vecinos convertidas en diseños o con un paso de cebra de colores, la idea es que nadie pase por alto un cruce.
José Antonio Torres, un artista visual que vive entre Bogotá y Lima, fundó el Colectivo Cebra, que pretende que las personas caminen sin riego por la ciudad, llamando la atención de peatones, automovilistas y ciclistas a través de pasos peatonales diferentes que no pueden pasar desapercibidos. “Si quieres ser respetado, tienes que empezar por respetar. Usa la cebra para exigirle al conductor el respeto a tu vida”, afirma el creador.
La idea surgió a través de un taller llamado “El pueblo es el planner” en la Casa Tupac, donde dos artistas holandeses, Bart y Klaar, propusieron varias ideas para generar proyectos urbanos a través del arte en ciudades desordenadas. “Todos estamos acostumbrados a un paisaje urbano, a un ritmo visual, a una estructura conocida. Cuando propones un cambio, éste llama la atención y de esa forma logramos atraer la visión como primer paso. Tratamos de complementarlo con la entrega de folletos con información sobre educación vial”, comenta Torres.
Diversos artistas plásticos, fotógrafos, diseñadores, arquitectos, cocineros, psicólogos, estudiantes, dramaturgos y comunicadores se unieron al proyecto como una forma de embellecer Lima.
“Somos un equipo de una decena de personas quienes dedicamos nuestro tiempo de sinergia en la creación y gestión de los proyectos, trámites, producción, logística, etc.”, apunta el creador de Cebra.
Las intervenciones empezaron transformando el cruce de 28 de julio en un paso con las siluetas de los vecinos para representar la cotidianidad de la calle. Los lugares van cambiando. El próximo será frente a la Asociación Mario Testino y el siguiente en la plaza principal de Barranco, uno de los barrios más coloridos y populares de Lima.
El nombre del colectivo, agrega Torres, nace por la inquietud de salvaguardar al peatón. De momento, los pasos peatonales son la prioridad, aunque se planea intervenir todo tipo de señales para que la educación vial esté al alcance de todos. “Está claro que el peatón es nuestro principal objetivo, sin embargo, si no usamos la cebra, no es posible que nos respeten. Empezamos con el peatón pero nuestra necesidad es la de cerrar el círculo y concienciar también al conductor y al pasajero”.
Desde su primera intervención durante la “Noche en Blanco” de Lima, las reacciones han sido 100 % positivas, haciendo que cada vez más personas se unan a Colectivo Cebra, incluyendo otro tipo de organizaciones interesadas en hacer unir fuerzas, en apoyar el proyecto con material como pintura y herramientas y difundirlo a través de redes sociales.
“El usuario está sorprendido por la iniciativa y muy agradecido porque nadie nos respeta y muchos conductores nos atacan. Desde el colectivo, la cantidad de gente que poco a poco se involucra, la necesidad que se tiene ahora mismo en hacer algo por la ciudad y por nosotros mismos, la capacidad de dar sin buscar un retorno, es increíble”, concluye Torres.
EJEMPLOS DE OTRAS CIUDADES
