Pedro Poyatos: Historias geométricas en colores planos

¿Era este lugar un escenario para el crimen cuando sólo había cuatro trazos? Probablemente ni siquiera lo sepa su autor. Pedro Poyatos dice que «a veces no sabes muy bien que estás haciendo hasta que de pronto el cuadro cobra vida y te lleva a un sitio donde inicialmente no tenías pensado ir».

¿Y Blueboy, el tipo de ahí abajo, sabría que acabaría para siempre al lado de esas casas? ¿Y sabrá ahora qué hace ahí metido?

Puede que sí… O puede que no… «Cuando era niño me gustaban los cuadros difíciles de entender y los que tenías que recomponer en tu cabeza. Cuadros que tenías que pasar un buen rato mirando para enterarte un poco qué era lo que estaba pasando», cuenta el artista.

Todo lo que ocurre en sus pinturas parece regirse por las normas de la geometría. ¿Hay algo de cubismo en su obra? «Del cubismo o el expresionismo me gustaba el concepto de que había que llevar la pintura un paso adelante. Su intención de crear algo nuevo, un lenguaje distinto… una cuarta dimensión. Creo que este tipo de ideas quizás un tanto clásicas en cuanto a un continuismo de la pintura han influido en mí desde siempre».

Lo que ves ahí arriba es El miedo. Un duelo en colores planos de acrílico en tabla. ¿Por qué le gustarán tanto a este granadino esta forma de pintar? ¿Cómo hace ese juego de color? «No siempre es fácil. A veces tienes que pensártelo mucho a la hora de poner un color u otro en cada sitio. En ocasiones este aspecto se convierte en un difícil rompecabezas. Un mal paso te cambia el cuadro por completo. Pero también es emocionante. Es como una partida de ajedrez. Piensas cada movimiento».

Ya están aquí. Han llegado los marcianos a la Tierra y han aterrizado en una ciudad. ¿Todo ocurre en territorio urbano? «Me gusta pintar calles, edificios… paisaje urbano en general. Es algo bastante recurrente en mí. Las ciudades están llenas de historias. Una simple ventana ya esconde detrás una historia».

Y además de marcianos hay cíclopes. Aquí hay uno. Billy and the cyclop. ¿Qué temas te interesan? «Los temas pueden surgir solos con algo que te viene a la cabeza. A veces quieres representar una escena, una forma de vida, una estética, un jeroglífico o Dios sabe. En otras muchas ocasiones ni siquiera sé muy bien qué estoy pintando, y el tema, al igual que la composición o los colores, va encajándose poco a poco, hasta que durante el proceso, en un momento de iluminación, descubro cuál es el significado del cuadro. Este es un momento muy gratificante y siempre sorprendente. Este proceso puede durar meses o incluso años después de haber acabado el cuadro. Aunque luego está el significado que cada espectador le quiera dar, que no es menos válido que el mío».