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Creatividad

‘Fortaleza’, el homenaje de Pejac a los sanitarios de Santander

Quería agradecer a los sanitarios todo el enorme esfuerzo y trabajo durante esta pandemia, pero lo de Pejac no son las palabras. Así que cogió sus pinceles y sus pinturas y se marchó al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander, su ciudad natal, para ofrecerles «lo que mejor sé hacer, que es pintar». Y en su exterior, este artista urbano ha dibujado tres murales en sendas fachadas, una mirada esperanzadora sobre el covid. Fortaleza es el título del conjunto y la bella manera de este artista de dar las gracias.

«Desde el primer momento, el hospital se ha mostrado receptivo y entusiasta y eso ha hecho que el proyecto haya fluido de forma armónica y fácil», comenta Pejac. «Además, me han dejado total libertad creativa. Ha sido un lujo contar con su confianza y apoyo».

‘Social Distancing’

Un trampantojo. Eso es lo que Pejac ha plasmado en este muro del hospital. Una enorme brecha formada por cientos de seres humanos que se niegan a mantener la distancia social para evitar el contagio. Y una puerta abierta a la solución, la de esos mismos humanos que se disgregan.

«Aquí represento la herida que ha dejado esta pandemia y lo hago a modo de homenaje a los sanitarios y de respeto y solidaridad hacia las víctimas. También abro una puerta a la esperanza con muchas pequeñas escenas que nos invitan a pensar en un futuro mejor», explica el artista sobre su obra.

‘Superación’

En contraposición a esta brecha, Pejac quiso hacer otra composición más colorista y alegre. Para ello, pidió ayuda a tres niños pacientes de oncología del hospital que le ayudaron a pintarlo con las manos, algo que califica como una experiencia increíble.

«En la obra, se ve a un joven que logra llegar más alto que el resto gracias a la silla de ruedas, que se ve convertida en un trampolín, algo que podríamos hacer nosotros como sociedad: coger esta crisis y usarla para impulsarnos hacia adelante».

‘Caricia’

Dos siluetas se cruzan. Podrían pasar de largo e ignorarse, pero estas dos figuras se buscan con la mirada. Una representa a los pacientes y la otra, al personal sanitario.

«En sus sombras proyectadas es donde se llegan a tocar, simbolizando así la necesidad y voluntad que existe en el momento actual de volver a tener contacto físico con los pacientes», justifica Pejac.

«He querido convertir estas sombras en un estanque, homenajeando a uno de mis pintores favoritos, Monet, con sus nenúfares, dotando así de vida y colorido a la obra».

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

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