La película de terror de Wes Craven de 1984 «Pesadilla en Elm Street» sigue siendo uno de los títulos del género más populares de todos los tiempos. Pero, ¿realmente se puede morir en una pesadilla? A pesar de su guión de ficción, la película se basó en una enfermedad que efectivamente existe.
Se llama en su acrónimo en inglés «síndrome de la muerte súbita inesperada nocturna» (SUNDS) y desde años ha permanecido oculta por la superstición. El propio Craven reconocería en una entrevista con la revista Cinemafantastique en 2008 que se inspiró en esta patología.
La muerte súbita e inexplicable de personas jóvenes durante el sueño se ha documentado una y otra vez en países del sudeste asiático, en especial en varones y principalmente en horas de la madrugada. Básicamente, el SUNDS es una enfermedad genética en la que el cuerpo no puede coordinar adecuadamente las señales eléctricas que hacen que el corazón lata.
La enfermedad afecta principalmente a los jóvenes adultos, especialmente aquellos de origen en el sudeste asiático con corazones aparentemente normales que dejan de latir de forma inesperada. Por lo general, el corazón se detiene por la noche y todavía no está muy clara su causa.
Esta dolencia es popularmente conocida como lai–thai (“muerte durante el sueño”, en Tailandia), bangungot (“levantarse durante el sueño con quejidos”, en Filipinas), pokkuri (“muerte inesperada durante la noche”, en Japón) o tsob tsuang (“espíritu de las pesadillas que oprime”, en las tribus Hmongs de Laos y Vietnam) y todas hacen referencia al mismo fenómeno.
La afección es mucho menos frecuente en mujeres, por lo que no es raro que los aldeanos tailandeses varones duerman con ropas femeninas para confundir al supuesto espíritu nocturno que busca robarles el alma y al que se le achaca la culpa de las muertes.
En este país se cree particularmente que esta vinculado a comer muchos pasteles de arroz antes de dormir, mientras que los filipinos creen que es la ingestión de altos niveles de carbohidratos justo antes de ir a la cama lo que causa el bangungot, o la muerte en sueños con quejidos.
Por la experiencia de los filipinos, el bangungot da la sensación de que la víctima está siendo plenamente consciente de su entorno, sin embargo, es incapaz de moverse; trata de gritar, pero no puede, y parece que existe “una especie de mano” que aprieta su pecho. Los ancianos filipinos recomiendan mover el dedo gordo del pie de las personas que experimentan el síndrome para alentar a su corazón y que pueda ajustarse a la normalidad. Una encuesta de salud en 2003 reveló que que la patología sorprende y acaba con los sueños de 43 de cada 100.000 jóvenes filipinos al año.
Existen algunas teorías que relacionan la aparición de SUNDS con la tensión causada por las pesadillas, pero no hay estudios científicos que hayan demostrado una correlación fiable. En general, las muertes se producen por la noche porque el corazón late más débilmente cuando la gente duerme.
Cuando el corazón se ralentiza por el sueño, los problemas eléctricos que parecen asociados al SUNDS se vuelven más pronunciados, superando la capacidad del cuerpo para regular su propio latido y enviando al corazón un espasmo mortal que termina por pararlo.
Se cree que esta dolencia tiene la misma entidad patológica que el síndrome de Brugada, una enfermedad hereditaria caracterizada por una anormalidad electrocardiográfica y un aumento del riesgo de muerte súbita cardíaca, que fue descubierta por los cardiólogos españoles Pedro Brugada y Josep Brugada en 1992.
En la actualidad, no existe un tratamiento eficaz para esta enfermedad y tampoco un motivo claro de por qué tiende a afectar a los asiáticos del sureste con mayor frecuencia que otros grupos poblacionales, aunque existe un fuerte componente hereditario comprobado.
Los primeros en reconocer la enfermedad entre los refugiados que huían de la guerra de Vietnam fueron los médicos en Norteamérica y Europa. De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU, hasta un 40% de las víctimas tenía algún pariente que había fallecido de igual manera; y el 18% tenía hermanos víctimas del SUNDS.
También en los años 70 empezaron a salir artículos periodísticos, publicados en el tabloide Los Angeles Times, acerca de un grupo de refugiados jemeríes que, tras huir a Estados Unidos debido al genocidio que en ese momento ocurría en Camboya, empezaron a sufrir pesadillas perturbadoras, después de las cuales la mayoría de ellos se negó a dormir. Poco después, varios de los refugiados terminaron muriendo mientras dormían en su sueño.
Las autoridades médicas bautizaron entonces al fenómeno como «el síndrome de la muerte asiática». Cuenta Wes Craven que le impactó especialmente la historia de un joven de 22 años que sufría de horribles pesadillas, hasta el punto de negarse a dormir por miedo a morir repentinamente. Se mantuvo despierto artificialmente, mientras sus padres trataron de darle pastillas para dormir a escondidas. Después de cuatro o cinco días, este joven fue encontrado muerto.
El director se quedó muy sorprendida por este hecho y poco después maduró la idea de hacer una película sobre el tema: el icono del cine de terror Frederick Charles Krueger había despertado.
Fuentes: Bangungot, Wikipedia 1, 2, 3, Dr. Hugo Villarroel y Entrevista con Wes Craven