La tribu Na’vi vive en el bosque Pandora, rodeada de plantas que emiten luz. Este bosque imaginario de la película Avatar no está muy lejos de la realidad: en un bosque del Congo, el suelo se ilumina por las noches, gracias a la bioluminiscencia de un hongo conocido como «fuego chimpancé».
No hay que viajar hasta un mundo fantástico ni hasta el Congo para encontrar este fenómeno: estamos rodeados de plantas que emiten luces fluorescentes, pero no las vemos.
El fotógrafo Oleksander Holovachov comenzó a capturar estas luces y se especializó en la fluorescencia visible inducida por radiación ultravioleta (UVIVF), una técnica que atrajo a otro fotógrafo que seguía su trabajo, Craig Burrows.
Burrows lleva siete años aprendiendo a fotografiar a través de internet. Las instrucciones que Holovachov daba en su página web sirvieron de punto de partida y varias conversaciones con el fotógrafo le permitieron empezar a capturar la luz que emiten las flores.
Fue creciendo como fotógrafo y entonces llegó a una conclusión esencial que le ha permitido viralizar su trabajo: ninguna flor es igual que otra. «Me sentí obligado a seguir al ver que había tantas otras flores y plantas, cada una con una apariencia única que probablemente nadie había visto antes», cuenta a Yorokobu.
Hoy sus fotografías están recorriendo el mundo por su desbordante belleza y colorido.
Según un grupo de científicos murcianos, algunas plantas emiten luz fluorescente con una finalidad muy clara: pretenden mostrarse como la mejor opción ante insectos polinizadores. Los investigadores de la Universidad de Murcia estudiaron en 2005 el comportamiento del dondiego de noche, una flor que solo se abre cuando anochece. Concluyeron que algunos pigmentos tenían propiedades fluorescentes.
La razón por la que no percibimos esta luz sería, según estos investigadores, la existencia de otros pigmentos que, en la misma flor, absorben la fluorescencia.
Aunque Burrows reconoce que no tiene una base científica, entiende el proceso que hace que las flores brillen. A saber: «Cuando un átomo es golpeado por un fotón, puede absorberlo y colocar un electrón en un estado de energía superior. Cuando ese electrón vuelve a su estado normal, libera un fotón o una serie de fotones a medida que va perdiendo esa energía. La fluorescencia funciona de manera muy similar, excepto porque la estructura del material permite transformar una parte de la energía absorbida, por lo que la luz emitida puede tener más colores».
Cuando la luz golpea la flor, esta absorbe y a la vez libera parte de la luz. Para entender lo que ocurre, el fotógrafo californiano pone como ejemplo lo que descubrimos al ver en papeles y telas con abrillantadores ópticos: «Si tomas un pedazo de papel, a veces aparece más azul que cuando estaba expuesto a una luz blanca diferente. La luz ultravioleta del sol está haciendo que brille, y a diferencia de estas flores, el papel y la tela resplandecen con más intensidad».
Por eso, Burrows sale por las noches, cámara en ristre, en busca de flores. Además, es necesario que la planta esté fresca porque es más fácil que se quede absolutamente quieta durante el tiempo de exposición, que suele ser de unos 20 segundos.
Dice el fotógrafo que trata de evitar las flores mojadas porque a menudo contienen minerales que «dejan un depósito brillante» en la superficie. La luz del sol tampoco favorece este tipo de fotografías. Apenas se puede apreciar la luz de la planta durante el día, pero brilla intensamente en UVIVF. «La luz visible del sol es tan intensa que sobrepasa por completo la luz brillante emitida por la flor», asegura Burrows.
El fotógrafo recoge las flores que le interesan y se las lleva a casa para fotografiarlas, aunque en algunos casos, las fotografía directamente en el campo con una luz ultravioleta. También planta sus propias flores en casa, con la finalidad específica de tomar estas fotos, «pero también para el disfrute».
Para atrapar esa luz y esos colores que desprenden las flores, Burrows utiliza una fuente de luz de 365nm.
«A veces las flores que recojo me decepcionan y no brillan tanto, o tan intensamente como me gustaría. Otras veces estoy totalmente sorprendido por lo que encuentro. Uno de los aspectos más dramáticos en una flor es cuando tiene pelo minúsculo. Estos a menudo brillan más que el resto de la flor, lo que resulta en un buen contraste de luz y oscuridad», matiza.
Mientras Burrows sigue haciendo fotos a la imperceptible luz que desprenden las plantas, la empresa Bioglow ha creado una planta luminiscente inspirada en Avatar. Los responsables de Starlight Avatar siguen investigando porque creen que las plantas que emiten luz podrían llegar a sustituir al alumbrado público.
7 respuestas a «Las plantas de ‘Avatar’ en el mundo real: así es la luz que desprenden las flores»
muy bello.
me quede hipnotiza, con esos colores, la armonía de ellos, su presentación tan bella, algunas de ellas solo un instante, pero eternamente en nuestra alma … vibraban al compás de su apertura, gracias Dios mío , por darnos tanta belleza junta, un placer al ser—
No estaría nada mal pasear de noche a la luz de unas plantas.
Alguna vez pensé (lo tengo escrito en algún cuaderno) en un florero colgante, grande como las antiguas lámparas y colgantes de cristal, donde la «tierra» es un gel traslucido especial de fabricación alemana ( escuche una noticia que hablaba del mismo y disparó la idea), la «maseta», una gran esfera de vidrio transparente. En ese momento lo imaginé con los colores que ahora vemos en estas flores (aunque los generaba con led’s o laser’s de colores, luces especiales que ahora son de fácil obtención) que incidían sobre las flores…obviamente la realidad superó mi creacion-ficcion de aquella época… Lo importante de todo lo anterior era que dichos floreros colgantes (además), se lucirían en lugares públicos, el más bonito de ellos en la casa rosada… Si algún emprendedor/es-artista/s se anima/n, es un «negocio» con futuro y asegurado… Por mi parte me conformo con algunas de las pruebas que consideren descartes…. Ja ja HERMOSA NUESTRA NATURALEZA !!
En alguna oportunidad y por una noticia que escucho de un gel traslucido de fabricación alemana, pensé en floreros colgantes tipo las antiguas lámparas colgantes.
En el gel, sembradas flores. Estas flores.
Dentro y fuera de la «maseta», diodos led’s de diferentes colores, o los comunes hoy multicolores. También los hay ultravioleta, lo que exitarian estás flores mostrando todo su esplendor…
Y lo más importante: estos floreros- lámparas colgantes, exigidos para goce de todos en edificios públicos de todo el país, como por ejemplo el Cabildo, el Congreso, la casa de Tucumán… ,Y porsupu, la Casa Rosada, donde debería estar la más grande y bonita… Se animará algún emprendedor-artista transformar la idea en realidad para todos los ciudadanos y visitantes extranjeros??
Saludos y éxitos a quien lo emprenda!!
Preciós
Maravilloso artículo, con unas fotos de las flores aún más preciosas. La naturaleza está llena de curiosidades que desconocemos y en ocasiones alguien nos las muestra para que disfrutemos de ellas.