¿Qué harías con 12.500 botellas de plástico? ¿Las reciclamos? –es lo que deberíamos hacer-. ¿Las tiramos al mar? –es lo que hacen decenas de miles de incívicos habitantes-. ¿Y que tal si construimos un catamarán de 60 metros con el que navegar desde San Francisco hasta Sydney y de paso denunciamos el desastroso efecto del plástico en nuestro planeta azul?
Una idea de locos… hecha realidad. Se llama Plastiki y ya lleva recorridas 2.200 millas naúticas (aprox. 4.000 kilómetros) en 25 días. Algo menos de la tercera parte del viaje previsto.
Emulando el viaje mítico de la balsa Kon-Tiki a través del pacífico en 1947, en el que Thor Heyerdhal pretendía demostrar a la Comunidad científica una rocambolesca teoría antropológica que convertía los océanos de barreras en auténticas cintas transportadoras de migraciones milenarias, Olav –nieto de Thor, el de la balsa- y 5 amigos, incluida la rubia y menuda capitana Jo, se han embarcado –literalmente- en una cruzada de evangelización medioambiental, con un punto Kitin-mata-rangi-Muñoz, pero con un aura de compromiso y credibilidad, de los que ya no abundan.
Estos comprometidos aventureros y soñadores, con el paraguas patrocinador de HP y otras marcas menores, comparten su visionaria aventura en clave 2.0: Podemos seguirles, apoyarles en Facebook y MySpace, ver sus fotos en Flickr, sus vídeos en YouTube, followear y conversar por Twitter –el de la expedición o el de los tripulantes-, o bajarte su widget para darles visibilidad y apoyo desde tu blog. O leer los suyos para saber lo que comen, cómo se sienten, por qué lo hacen y acompañarles en tiempo real. El lado humano de una aventura.
También puedes comprar una maqueta del barco, y aprender e hipersensibilizarte de prácticas medioambientales que te harán abominar y aborrecer los plásticos, ese by-product del progreso y la evolución que está asfixiando nuestro planeta, empezando por los vulnerables océanos.
Desalinizando el agua para beber, y generando la energía eléctrica que necesitan –para twittear y bloquear- a pedales son ese contrapunto (de un back to basics que resulta irónicamente poético) al Trimarán BMWOracle de 100 millones de US$ que vimos volar en la última America’s Cup de Valencia. Tecnología & eficiencia made it simple: eso es Innovación.
Me quedo con:
– Sus gráficos, infogramas y pictogramas: Visual-thinking at work. Casi tan buenos como los de la revista Yorokobu.
– Su lado humano. Ya me considero uno más de su tripulación. En los 70 días que nos quedan de navegación, seguro que nos hacemos amigos.
– Su mensaje. Claro, al grano, consistente. Plastic Sucks. Nos merecemos un mundo mejor. Se puede decir más fuerte pero no más claro.
– Su compromiso. Es como en el desayuno de huevos con bacon. La gallina se implica, el cerdo se compromete. Hay muchas cosas que pueden salir mal en medio del Pacifico… y si no, que le pregunten a Kitin.
– Su transparencia: 100% credibilidad y autenticidad. Una visión, una idea… hecha realidad (¡y que flota!).
Los pictogramas y infogramas de Plastiki
«Alrededor de 3 millones de mecheros al día en EEUU. Eso es un montón de plástico que llega a basureros y al océano»
«Sólo un 2,5% de las botellas plástico se reciclan en Europa en estos momentos»
«Pensamos que los vasos de plásticos son una estupidez. Cada año se tiran a la basura 25.000 millones vasos a la basura»
Fotos de: Sarah Illenberger
Infografía de Benjamin Allder
Infografía de Sophie Henson
Fuente imágenes: Flickr de Plastiki
Una respuesta a «Plastiki: La cruzada en barco contra el plástico»
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