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¿Por qué la creatividad está reñida con el racismo?


Queda mal definirse como tal. De ahí que a la mayoría se les escape, como mucho, una confesión del tipo: “Yo no soy racista pero no soporto a los (ponga aquí el nombre de un grupo étnico cualquiera, con tal de que sea distinto al que pertenece la persona que suscribe la sentencia)”. Pero ser racista podría tener peor prensa aun tras los resultados de una investigación que asegura que, cuanto mayor es el nivel de racismo de una persona, menos creativa es.

Han sido científicos de la Universidad de Tel Aviv los que ha llegado a esa conclusión, tal y como recoge NoCamels.com. Según estos, las dos características (falta de creatividad y racismo) suelen darse en personas con “mentalidades convencionales que únicamente tienen en cuenta la información procedente de categorías existentes”, explica uno de los investigadores, Carmit Tadmor, en un artículo para la revista Psychological Science.
La investigación define el racismo o esencialismo racial como la creencia de que los miembros de un determinado grupo étnico comparten una serie de características subyacentes que representan la esencia “enraizada e inalterable” de esa raza. Una vez ‘activada’ esa forma de pensar esencialista, aseguran, “el individuo tiende a rechazar cualquier tipo de punto de vista alternativo, dando lugar a una generalizada cerrazón”.
Partiendo de esta premisa, los científicos realizaron una serie de pruebas para corroborar su tesis. La primera parte consistía en ‘manipular’ la percepción sobre el racismo de los participantes. Para ello, les dieron a leer tres artículos sobre sendas investigaciones ficticias: la primera, avalaba las tesis del esencialismo racial. La segunda, recogía las conclusiones de otro supuesto estudio que apoyaba las bases del racismo no esencialista, y por último, el tercer estudio hablaba sobre las características científicas del agua.
Una vez leídos, los participantes se sometieron a un test de asociación de ideas. Tras esta, los investigadores comprobaron que aquellos individuos que se habían mostrado más cercanos al punto de vista esencialista habían tenido muchas más dificultades a la hora de solucionar de forma satisfactoria los problemas propuestos.
Los responsables del estudio reconocen que, aunque se tratan de pruebas preliminares, las conclusiones coinciden con investigaciones previas sobre creatividad y procesamiento de la información, por lo que, en un futuro, podrían tenerse en cuenta a la hora de diseñar proyectos educativos que traten de reducir las creencias raciales esencialistas, lo que podría repercutir en una sociedad más tolerante y, a la vez, más creativa.
 
Imagen: escapedtowisconsin bajo licencia CC
 

Por Gema Lozano

Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutenses de Madrid. Parece que fue ayer, pero lleva ya más de veinte años escribiendo -aunque no seguidos, :)- en distintos medios. Empezó en las revistas de Grupo Control (Control, Estrategias e Interactiva), especializadas en marketing y publicidad. Más tarde pasó a formar parte de la redacción de Brandlife, publicación gratuita de Pub Editorial.  Y en los últimos años sigue buscado temas y tecleando en Yorokobu, así como en el resto de publicaciones de la editorial Brands & Roses.

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