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Por qué Lanzarote inspira a cineastas, creadores y artistas

Dicen que César Manrique se ponía nervioso cuando alguien no apreciaba la belleza de Lanzarote. Esa isla llena de paisajes que parecen de otro planeta. De esos colores tan difíciles de encontrar: los azules de sus mares, el verde de sus cactus, el blanco incandescente de las salinas y el negro fiero del volcán. 

La belleza de Lanzarote es aún poco conocida. Estuvo escondida hasta que César Manrique la sacó a la luz hace apenas medio siglo. El pintor, escultor, arquitecto, paisajista y artista la intuyó desde niño. Eran los años 20. Mientras sus amigos pescaban, él exploraba las piscinas que formaban las rocas en las playas de Famara. 

Fundación César Manrique. Casa del volcán
Jameos del Agua

No olvidó esa fascinación por el paisaje mientras enseñaba Bellas Artes en Madrid, ni después, cuando se fue a pintar a Nueva York. Desde allí, escribió a su amigo Pepe Dámaso: «Más que nunca siento verdadera nostalgia por lo verdadero de las cosas. Por la pureza de las gentes. Por la desnudez de mi paisaje y por mis amigos (…). Mi última conclusión es que el hombre en N.Y. es como una rata. El hombre no fue creado para esta artificialidad. Hay una imperiosa necesidad de volver a la tierra. Palparla, olerla. Esto es lo que siento».

César Manrique, en su estudio de Haría

Manrique volvió a Lanzarote con un propósito: «Vine con la intención de convertir mi isla natal en uno de los lugares más hermosos del planeta, dadas las infinitas posibilidades que ofrecía», contaba. Y eso hizo. Entre burbujas de lava construyó su casa y, poco a poco, fue haciendo de la isla una obra de arte. 

Monumento al campesino
Fundación César Manrique. Casa del volcán

Extrajo el arte que hay en la propia naturaleza. Extrajo la belleza del paisaje respetando sus formas y colores. Respetándola: tanto que en 1993 la Unesco declaró la isla Reserva de la Biosfera. Potenciándola: tanto que llegó a acuñar el término Arte/Naturaleza antes de que en Estados Unidos empezaran a hablar del Land Art.  

De aquel país Manrique traía algunas influencias: el arte pop, por ejemplo. Y eso le hacía mirar su isla de este modo: «Lanzarote era un paisaje abstracto que no era comprendido, al que da sentido el arte de vanguardia». 

Mirador del Río
Fundación César Manrique. Casa del volcán

JOSÉ SARAMAGO

El escritor portugués y Premio Nobel de Literatura José Saramago llegó a Lanzarote, a principios de los 90, huyendo de la intolerancia. Su libro El evangelio según Jesucristo levantó tal furia en la Iglesia de su país que decidió irse a vivir a un lugar donde su imaginación volara libre.  

Saramago amaba esta isla y lo dejó escrito en cientos de párrafos. Incluso le dedicó un libro, Cuadernos de Lanzarote. En él habla de la inspiración que sentía en la isla:

«Que puedan nacer imaginaciones de estas en las simples montañas de Lanzarote me lleva a pensar en los fantasmas que sin duda encantan la mente de los alpinistas en serio cuando se aproximan a la frontera entre el mundo de la tierra y el mundo del aire».

Habla del paisaje:

«El efecto del reflejo de las paredes del cráter en el pequeño lago que cubre el fondo del volcán llega a ser inquietante: el agua estaba inmóvil, ninguna brisa la hacía temblar (caso raro en Lanzarote), y hasta tal punto la ilusión óptica actuó en mí que durante algunos instantes no vi el lago, era como si el cráter, reflejado desde arriba, continuase hasta el interior de la Tierra…».

Saramago hizo de Tías el hogar de los últimos 18 años de su vida. En este pueblo cerca del Parque Nacional de Timanfaya construyó su «casa hecha de libros», hecha hoy museo en recuerdo del escritor.

“El beso” © Pedro Almodóvar

PEDRO ALMODÓVAR

Hay paisajes de Lanzarote que inspiran películas. Una foto que Pedro Almodóvar hizo en una playa dio origen a su film Los abrazos rotos.  

«En mi primer viaje a Lanzarote, me encontré de bruces con la impresionante playa de El Golfo, después de cruzar la Geria y el mar de lava. Paisajes todos ellos que me habían turbado muy profundamente. El origen volcánico de la isla convertía el paseo en un viaje interior, emocionante y emocional», escribió el director de cine en su blog durante el rodaje de esta película. 

«Hice fotos de todo. No había visto nunca en la naturaleza colores tan dramáticos, oscuros y originales. Y yo mismo, tan aficionado a los colores brillantes, cuando no chirriantes, me sorprendía fascinado por la oscuridad llena de matices de aquella tierra», siguió contando.

«Cuando tuve en mis manos las fotos impresas, hubo una que me llamó especialmente la atención. Como pueden ver –en la imagen de la derecha–, es una vista general de la playa de El Golfo (…), pero lo que más me impactó de la fotografía, además de su oscura belleza, fue descubrir en la base a una pareja abrazándose. Cuando hice la foto… no advertí su presencia».

Sintió entonces que «el paisaje fotografiado entrañaba un secreto, que ni siquiera la pareja abrazada conocía. Un secreto que probablemente fuera una amenaza para ellos. La imagen de aquellos dos cuerpos fundidos y aislados impregnó de misterio mi primer viaje a la isla. Durante los días siguientes escudriñaba todos los lugares, exploraba todos los abismos que la isla ofrecía a mi paso. Y Lanzarote es una isla rica en abismos».

JON KORTAJARENA, CUSTO BARCELONA…

En el paisaje salvaje de Lanzarote modelos, diseñadores y artistas buscan inspiración, silencio y belleza. El supermodelo Jon Kortajarena tiene ahí la que ha llamado Casa Sua. Custodio Dalmau, el creador de Custo Barcelona, dice que la isla tiene «un poder especial» porque le hace desconectar de las rutinas y se queda absorto por la intensidad del lugar. Lo que más le impresiona es su naturaleza salvaje y el ordenamiento que hizo César Manrique.

El diseñador Roberto Verino basó una de sus colecciones en la vida y la obra de César Manrique. «Tuvo tesón y logró hacer de su isla un sueño, y es lo que tenemos que hacer nosotros, que la gente pueda soñar», dijo Verino sobre el pintor de Lanzarote. 

En la pasarela de Madrid Fashion Week, celebrada en enero de 2018, Verino imitó el paisaje de esta isla. Intentaba recrear su encanto y su calma. El diseñador llevó a las telas el blanco de las casas, el azul del agua, el verde de los cactus y el negro del volcán. 

Fotografía de Javier Márquez, extraída de la campaña PV2018 de Roberto Verino, con el modelo Francisco Henriques
Fotografía de Javier Márquez, extraída de la campaña PV2018 de Roberto Verino, con el modelo Francisco Henriques

Lo insólito del paisaje de Lanzarote lo convierte también en frecuente escenario de cine. En sus playas, volcanes, acantilados y salinas han rodado escenas de películas donde Salma Hayek lucha en el Volcán del Cuervo y Ron Howard sufre un naufragio, en El Golfo, provocado por Moby Dyck. 

El mítico director de cine Werner Herzog fue hasta los caserones de Tegoyo para rodar También los enanos nacieron pequeños. Y en otro lugar, en el Parque Natural de los Volcanes, recrearon la estética de la ciencia ficción de los años 70. Ahí está rodado un capítulo de la cuarta temporada de la ya mítica serie Black Mirror.

Foto de portada: Casa del volcán. De la Fundación César Manrique.

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