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¿Por qué no se me habrá ocurrido a mí?

scrabble

¿Alguna vez te has encontrado con una idea ajena y te ha sonado como propia? Estoy seguro de que sí a no ser que seas uno de esos tipos que no suele tener ideas, lo cual es imposible si estás leyendo esta revista.

Partiendo de esa más que arriesgada suposición, tal y como deben ser las suposiciones en el universo del pensamiento creativo, estarás de acuerdo conmigo en que da mucha rabia. Muchísima. Es como si alguien hubiera hackeado nuestra mente, al más puro estilo Matrix, y hubiera tenido acceso a todo nuestro fichero de pensamientos, ideas y recuerdos más personales. Toda una invasión de nuestra intimidad más intima. Y entonces, cuando nadie le ve, como el amigo Alejandro, se va por donde vino con nuestras mejores y más selectas ideas con el fin de difundirlas y utilizarlas en beneficio propio y en, por supuesto, perjuicio nuestro.
Todo un clásico.

Si al descubrir como se inventaron célebres juegos como el Monopoly o el Scrabble o alimentos como las papas (chips) o el sandwich, y además, reflexionamos un momento sobre el dineral que se llevaron por ello, es posible que pensemos que también lo podríamos haber hecho nosotros y ya nos hubiéramos jubilado. Pero no fue así. Lamentablemente lo hicieron otros. La idea quizá la pensamos alguna vez, algo de todo eso nos suena, es verdad, pero ahora ya es demasiado tarde. Y es que parece que todo ya está inventado. Al menos eso dijo un tal Charles Duell a finales del siglo XIX. Sí, es cierto, se equivocó.

A la vista está que hemos progresado mucho en todo este tiempo, quizás haya sido uno de los períodos más fructíferos de la historia de la humanidad. Tal y como dice Richard Florida en La Clase Creativa, si cogiéramos a una persona de principio de siglo (XX, por supuesto) y la pusiéramos en 1950 y otra de 1950 y la pusiéramos a principio de siglo (XXI esta vez), ¿cuál de las dos fliparía más?

Esto me sirve para plantear lo siguiente, ¿quién acusaría más los cambios, una persona del siglo XII pasada al XIII o una del XIX al XX? Creo que esta última etapa ha sido altamente creativa. Pero, recuperando la frase de Duell y pasándola por la, siempre curiosa, personalidad de Albert Boadella, nuestra frase inspiradora  podría quedar así:

“Dios ya lo ha inventado todo”

Esto me lo decía, recuerdo, hace ya algunos años en un acto celebrado en Córdoba con emprendedores.  Eso sí, añadía después, lo ha sumido todo en la oscuridad más profunda para que nosotros lo podamos descubrir poco a poco. Lo que hace el creativo es iluminar con su linterna personal y así ver lo que los demás no ven.

Entonces nos lo muestra, y entonces también, es cuando lo que vemos nos suena a propio. Claro, es que estaba delante de nosotros, todo el tiempo había estado ahí pero, bien por falta de atención, bien a causa del efecto mendigo – siempre están ahí pero ya nunca los vemos-  había pasado totalmente desapercibido.

Pero ahora, a toro pasado, es cuando acusamos al prójimo y exclamamos con efecto redentor eso de:

¿por qué no se me habrá ocurrido a mi?

Gúzman López es escritor, formador y asesor en creatividad e innovación

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