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Prusashop: La necesidad crea el negocio

Un ecosistema es, según Wikipedia, «un sistema natural que está formado por un conjunto de organismos vivos y el medio físico donde se relacionan». Si cogemos a unos cuantos organismos vivos -a los que denominaremos makers– y los ponemos en un medio físico -al que llamaremos planeta Tierra-, tenemos un ecosistema en el que se generan necesidades que requieren ser resueltas. Así es como se construye una nueva economía en torno a productos y tecnologías innovadoras. Prusashop es un ejemplo de cómo algunos usuarios se organizaron para no depender de lejanos y caros proveedores.
Me decían en el instituto que uno empezaba bebiendo litronas y acababa enganchado a la heroína. No ha sido así y el final, de momento, ha sido acabar como periodista. Hay días en los que uno llega a cuestionarse si no habría sido mejor la otra opción, pero ya no hay remedio.
Extrapolando el argumento y haciéndole dar dos mortales con tirabuzón, podemos llegar a afirmar que uno empieza montándose una impresora 3D autorreplicable y acaba emprendiendo y montando un negocio para abastecer el muy bullicioso universo del fabbing doméstico.
[pullquote align=»right»]Prusashop produce el primer plástico ABS para impresoras 3D hecho en España[/pullquote]
Algo así le ocurrió a Jesús Fernández, Pablo Roberto y José Ángel Castaño. Estaban vinculados al movimiento Clone Wars, un grupo de divulgación que trata de documentar en español todo lo necesario para construir una impresora 3D. La comunidad crecía (y crece) de manera exponencial y la necesidad de material es cada vez mayor. «Una vez que montamos nuestras impresoras, la gente nos empezaba a preguntar dónde podía comprar los componentes. Esto nos impulsó a montar nuestro propio negocio», explica José Ángel Castaño.
El germen se establece sobre uno de los pilares de la filosofía maker. Debes poder fabricar las cosas con tus manitas al menor precio posible. Así comenzaron a ofrecer kits con todo lo necesario para montar una impresora sin necesidad de ir recopilando piezas de aquí y allá.
Ahora han dado un pequeño pasito adelante. «Estamos lanzando el primer plástico ABS para impresoras 3D hecho en España, así como la primera laca especial para impresión 3D». Todo desde León.
Los fundadores de Prusashop están convencidos de que el negocio de la impresión en 3D producirá un ingente volumen de negocio en un futuro que ya se puede tocar con la punta de los dedos. «El futuro pasa por las impresoras 3D, lo podemos observar con el crecimiento exponencial que está observando este sector. El hecho de ser una tecnología asequible supone que -tal y como lo vemos nosotros- en el futuro todos tengamos una impresora 3D en nuestras casas», señalan.

El abono que hacía falta para que todo floreciese

Si estiramos aún más la analogía frívola del principio del artículo, también podríamos convenir que se empieza no teniendo un duro y se acaba por hacer las cosas uno mismo. La escasez agudiza el ingenio, pero también hace que se mida mucho dónde se gasta el dinero y si debemos encargar ciertas tareas a otras personas.
En ese sentido, según Castaño, «la crisis ha acentuado las oportunidades y, sobre todo, ahora muchos nos planteamos si debemos pagar por cosas que podemos hacer nosotros mismos». Buenas noticias para el movimiento maker, buenas noticias para la economía del DIY. «Esa es parte de la cultura maker, hacerlo tú mismo y de lo que hagas obtener una oportunidad en el mercado. Queremos ser diferentes, hacer nuestros propios productos».
Castaño reivindica también el valor del esfuerzo, el trabajo y, sobre todo, el valor que tienen las cosas. «Estamos ante una oportunidad histórica de crear una nueva Revolución Industrial, sostenible y con futuro. Debemos creernos que tenemos que usar lo justo y reutilizar lo necesario», declara.
La impresión 3D dejará de ser un nido de pioneros tecnológicos para convertirse en una corriente masiva en los próximos años. La idea de los creadores de Prusashop es que se trate de algo cotidiano y ellos, además, ya están mirando fuera de España para colocar sus productos. En septiembre presentarán su nueva versión de la empresa «con el objetivo de prestar un servicio más competitivo y profesional con una nueva imagen de marca que nos permita consolidarnos internacionalmente». Todo parece indicar que hay negocio, ¿no?

Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

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