Las ideas tienden a aparecer cuando uno las busca. Es eso que cuentan de la inspiración sumada a la transpiración. También brotan donde no esperabas encontrarlas. Cuando a Enrique San Miguel le llovió la ocurrencia de crear QQbikes, no estaba ingeniándoselas para desarrollar un maravilloso plan de negocio a partir de una idea brillante. Estaba en el puerto de Málaga, observando cómo los barcos iban y venían. A veces, los barcos dejan una idea en cada puerto.
Enrique tenía un trabajo en una multinacional de ascensores. Su empresa era la encargada de instalar los elevadores de un centro comercial que se estaba levantando en el el Puerto de Málaga, el Muelle Uno.
Desde la obra veía llegar los cruceros cargados de turistas. Veía cómo llegaban de altamar con ganas de adentrarse en tierra para, como es costumbre del habitante de este tipo de navíos, visitar la ciudad en la que se atraca. Por supuesto, la exigencia requerida dice que se ha de volver, como Cenicienta, antes de que suenen las campanas que indican que el crucero comienza a navegar al siguiente destino.
«Poco antes, yo había probado una bicicleta eléctrica que un amigo trajo de China. Al dar la primera pedalada arrancó el motor». También arrancó la cabeza de San Miguel y no paró hasta que la idea se bautizó como QQbikes.
El plan era sencillo: montar allí mismo, en el Muelle Uno, una empresa de alquiler de bicicletas eléctricas para que los avezados turistas marítimos recorriesen la ciudad de Málaga de la manera más cómoda y sostenible que fuera posible. Hasta aquí lo normal. Quique San Miguel se despide de los ascensores para meterse en el mundo del pedal. «Cobré el finiquito, sumé unos pequeños ahorros y el paro integro y fundé la empresa», cuenta.
Sin embargo, el fundador de QQbikes ha afrontado la carrera desde un prisma más inclusivo del previsto inicialmente, del que tiraba de lógica y ponía las eléctricas bajo los cuerpos de los vacacionistas. ¿Por qué no tentar a los malagueños para implantar la bici eléctrica como alternativa de transporte real en la capital andaluza?
Cuenta el empresario que «la mentalidad del malagueño está cambiando rápidamente y cada día son más los que se usan este medio de trasporte para sus desplazamientos diarios. Además, el Ayuntamiento esta apoyando mucho esta tendencia creando muchos kilómetros de carriles bici y con la peatonalización de muchas calles del centro histórico, explica.
Así que él también quiso ponerlo fácil. Lo que ofrece San Miguel es alquiler de bicis sin un euro perdido, algo muy similar al leasing. El coste de la cuota mensual es de 70€. Lo que ocurre es que, a los 12 meses, añadiendo 230€ euros más, la bicicleta es tuya. «Si el usuario no la quiere comprar se le cambiaría por otra nueva y seguiría con su alquiler», señala el malagueño.
La cosa van tan rápido que, en poco más de dos años, han abierto nuevas tiendas en Marbella, Estepona y Cádiz. El resto, lo traen de serie estas ciudades andaluzas: pocas rampas, nada de frío y sol casi todos los días del año.
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