Todos hemos visto alguna vez el círculo cromático con colores primarios que se mezclan para formar los secundarios y a su vez, los terciarios. Pero esas combinaciones no son aleatorias, se rigen por unas reglas básicas. Es lo que se entiende por la teoría del color y explica cómo se forman y cómo se relacionan entre sí: si mezclamos pigmentos o luz de determinada manera, podemos conseguir diferentes efectos. Por eso es un concepto fundamental para cualquier creativo, diseñador, artista o ilustrador.
Quizás no te lo sepas de memoria, pero seguro que conoces los tres colores primarios: cian, magenta y amarillo (CMY). Pero ¿sabes qué significan las siglas RGB?
La teoría del color lleva formándose siglos, pero fue, sobre todo, con Newton con quién arrancó su base científica. Seguro que has visto la imagen del rayo de luz pasando por un prisma y retractándose en 7 colores (aunque sea en la portada de un disco de Pink Floyd). Pues esta fue la base para determinar el sistema aditivo (RGB) en el que blanco es la suma de todos los colores, negro la ausencia de ellos, y rojo, verde y azul, los colores primarios. Estos son, por así decirlo, los colores de la luz y se usa actualmente en formatos digitales e iluminación.
RGB
Después llegó Goethe con su Teoría de los colores y, con esta base, se creó el modelo tradicional RYB (rojo, amarillo, azul). Este modelo, válido hasta 1950, no terminaba de ajustarse a la realidad ya que el rojo contiene amarillo y el azul, magenta; y, por lo tanto, faltan tonalidades que no podemos conseguir a partir los colores primarios.
CMYK
Son dos fórmulas recíprocas que funcionan de formas opuestas:
CMY
Magenta + Amarillo = Rojo (R)
Amarillo + Cián = Verde (G)
Cián + Magenta = Azul (B)
RGB
Verde + Azul = Cian (C)
Azul + Rojo = Magenta (M)
Rojo + Verde = Amarillo (Y)
Dato práctico:
En RGB cada color puede tener un valor de hasta 255, es decir: 255 * 3 = 765 colores.
En CMYK cada color puede tener un valor de hasta 100, es decir: 100 * 4 = 400 colores.
Existen más colores en RGB que en CMYK y por eso, cuando convertimos una imagen de RGB a CMYK, perdemos tonalidades.
Podemos definirlo como la propiedad del color que nos permite distinguir uno de otro, la longitud de onda.
Es la propiedad del color que determina lo oscuro y claro que parece un matiz específico, la luz absorbida o reflejada.
Es la propiedad del color que determina la intensidad de un matiz específico.
Volvamos al círculo cromático. Las paletas más armónicas son aquellas que se centran en un tono o matices similares al círculo. Así, ese círculo cromático puede ser:
Nos movemos dentro de un mismo matiz utilizando sus distintas luminosidades y purezas.
Nos movemos entre colores colindantes en el círculo cromático.
Pero no acaba aquí la cosa.
Son aquellos que se encuentran en el lado opuesto del círculo. Si los mezclamos, tendremos la mezcla de los tres colores primarios. Pero al colocarlos juntos, encontramos el máximo contraste por la ausencia del uno en el otro.
Por eso, jugar con los colores complementarios en una composición es un principio fundamental de la pintura y el diseño para:
Como en la mayoría de las paletas que usan distintos tonos, es importante fijar una jerarquía de colores en los que uno o, como mucho, dos tonos sean predominantes y el resto sirvan para destacar.
Conviene emplear estas combinaciones con cuidado, ya que hay algunas paletas que son complejas de dominar:
Conviene usarla de forma muy parecida a los colores complementarios, pero eligiendo los colores adyacentes a uno de los complementarios para lograr así un poco menos de contraste.
Se trata de elegir cuatro colores equidistantes entre sí. Estos deberían ser dos pares de complementarios de los cuales dos serán fríos y dos cálidos.
Consiste en escoger tres colores del círculo equidistantes entre sí.
Una paleta de color pensada es imprescindible para cualquier proyecto creativo de calidad. Las hay más o menos arriesgadas, pero lo importante es que se ajuste al mensaje que queremos transmitir. No hace falta seguir las reglas, pero sí entenderlas para jugar ellas.
Te recomiendo empezar con una paleta reducida que puedas ir ampliando según evoluciona tu diseño y sus necesidades.
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