Al ilustrador argentino Pablo Ientile no le venía la inspiración a ver a casa y ya estaba desesperado. Hace solo cuatro años que dejó el diseño gráfico para convertirse en artista, y ya le había entrado un bloqueo a la hora de escoger tema para elaborar su primer cómic. Por eso tomó la decisión: mochila al hombro, blog y lápices. Él mismo saldría a buscar esa inspiración que no llegaba. El proyecto que empezó hace dos años se llama Ilustración alrededor del mundo.
Pablo Bear Goes to Asia es el colorido resultado que ha logrado tras recorrer durante medio año 10 países del sudeste asiático y conocer a multitud de artistas locales de esos países. «Elegí esa zona del mundo porque eran lugares de los que sabía muy poco, no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar. Decidí que el argumento del cómic tenía que ser una aventura, pero me dije: ¿por qué tendría que ser una historia de ficción? Mejor sería la aventura que viviese yo mismo en lugares tan desconocidos. Decidí convertirme en el protagonista de la historia».
Terminadas las 170 páginas que contiene su obra, ahora busca financiarla a través de pedidos del libro en la plataforma Indiegogo, «y si sale bien seguiré recorriendo el mundo para hacer nuevos números del cómic». Sabe que es extraño que en su historia autobiográfica el protagonista sea un oso, pero así lo decidió su público más cercano. «Creé un personaje muy básico para representarme y cuando preguntaba a la gente me decían que parecía un oso», explica, «así fue como me convertí en Pablo Bear».
Por el camino este plantígrado con estuche de pinturas fue publicando sus experiencias en su blog y pintando todo lo que le parecía memorable. «Lugares de interés cultural, experiencias gastronómicas, presentaciones sorprendentes, consejos para viajeros…», enumera. A su vez, por internet fue buscando los trabajos de artistas locales que más le interesaban y contactó con ellos para conocer personalmente cómo se pinta al otro lado del globo «y aprender de sus experiencias».
En la lista de países que visitó como oso están Japón, Corea, China, Taiwán, Filipinas, Malasia, Hong Kong, Singapur e Indonesia, donde autores como Devilrobots, Aki, Dan Matutina, Kenny Wong, Diela Maharanie le recibieron «con las puertas abiertas» y le mostraron sus países «de una manera diferente, llevándome a lugares donde nunca hubiera llegado sin ellos», agradece hospitalidades.
De cada uno de ellos, entre viñeta y viñeta, ha insertado ilustraciones en su aventura con bocadillos. «Aprendí nuevos trucos para dar vida a personajes. En muchas ocasiones compraba los rotuladores que ellos compraban», habla de su instrucción asiática. «Japón, por ejemplo, fue una de las mejores experiencias. Un sueño, el lugar donde la cultura pop es abrumadora. Para un ilustrador de mi estilo se trata de la luz al final del túnel».
El libro de Ientile, que él mismo considera una guía de gran utilidad para los que quieran una alternativa a la Lonely Planet, está escrito en inglés, pero para los lectores españoles habrá una versión digital que también pueden adquirir fondeando su obra. «La experiencia finalmente ha sido fascinante. He aprendido que en este oficio, como en cualquier otro, saltándote un poco tus propias normas, puedes encontrar un mundo que creías inaccesible. Yo así, por ejemplo, he podido combinar mis dos actividades favoritas, viajar y dibujar».
Parece que al final hizo bien en sacar billetes para ir a buscar inspiraciones. Al menos a Ientile le sirvió para averiguar, en primera persona, qué pinta un oso recorriendo el mundo.
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