Sean Yoro aka Hula es un artista urbano hawaiano que para hacer su trabajo, como cualquiera de sus colegas de oficio, necesita elegir el espacio, seleccionar los colores, marcar los trazos, fijarse un tiempo y afinar la muñeca. Pero es que él, además, requiere de una rara habilidad extra: el equilibrio es fundamental para que sus obras pictóricas lleguen a buen puerto, literalmente hablando.
Este creativo rubricante de muros en tierra firme desde hace tiempo se ha inventado una categoría de street art casi deportiva. No podría cualquiera. La idea no ha sido otra que pintar sus murales a ras del nivel del agua y subido a su tabla de surf.
Las pinturas a prueba de humedad son fundamentales. Brochas, paletas, trapo y mucho cuidado para no verter nada. Lo que sigue es, tratando de no caer al mar, dibujar la figura de una mujer a trazos hiperrealistas y haciendo como si las olas no fuesen motivo suficiente para salirse de la línea.
En sus composiciones Sean Yoro aka Hula juega con el reflejo para conseguir simetrías. El transcurso del día logra que los colores que se ven en la superficie vertical alarguen y acorten la longitud de la imagen líquida que se conforma.
A través de Instagram este artista con actual sede en Nueva York se ha erigido como inventor de esta extraña metodología semiacuática. Antes de llegar a la Gran Manzana, Hula pasó su infancia en la isla de Oahu donde limó su capacidad para mantenerse sobre las olas. Cuenta en su biografía que en su adolescencia lo intentó con el grafiti, la acuarela y el arte del tatuaje, pero a los 21 descubrió que retratar el cuerpo humano hiperrealistamente era lo suyo.
Ahora traza medios cuerpos. Los de las musas que apenas sacan la mitad de su imagen del agua cuando este hawaiano las esboza desde la superficie.
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Realismo sobre olas
