Un antiguo anuncio de una conocida marca de coches mostraba a un conductor sacando el brazo por la ventanilla y dejando que el viento jugara con él balanceándolo. «¿Te gusta conducir?», peguntaba al espectador. Y aquel spot de apenas 30 segundos se convirtió en la perfecta traducción en imágenes del placer que sienten muchas personas al ponerse al volante.
Pero ¿por qué nos gusta conducir? Para esta pregunta podría haber tantas respuestas como conductores, pero la ciencia ha encontrado motivaciones menos subjetivas. Para empezar, conducir aporta una serie de beneficios físicos y psicológicos al ser humano, como la mejora de la capacidad visoespacial.
La velocidad también produce efectos positivos en el cuerpo de los conductores mejorando su capacidad de reacción. Según el estudio llevado a cabo por la Universidad de Portsmouth (Reino Unido), la adrenalina que se produce cuando se conduce a alta velocidad aumenta tanto como para mejorar los tiempos de reacción en un 6%, el mismo efecto que produce la cafeína.
Por supuesto, conducir a gran velocidad es algo totalmente desaconsejable si se hace fuera de un circuito controlado. Las pruebas para este estudio tuvieron lugar en el circuito de Goodwood, no en carretera, y contaron con un piloto experimentado.
A pesar de que en algunos países como España se aconseje a las personas mayores plantearse dejar de conducir, hay estudios científicos, como el de las universidades de Kentucky y California (Estados Unidos) que demuestran que el hábito activo de conducir ayuda a frenar el deterioro cognitivo en este tipo de conductores.
Además, algo aparentemente tan baladí como la postura que tomamos al ponernos al volante, lo más rectos posible para evitar dolores lumbares, mejora nuestra autoestima y valoración. A esa conclusión llevó el estudio de la universidad californiana de Marshall (Estados Unidos) que se publicó en Journal of Experimental Social Pyschology.
Y no es el único beneficio a nivel psicológico que tiene el hecho de conducir. En los viajes largos, por ejemplo, manejar el volante ayuda a nuestra mente a liberarse de preocupaciones, relajarse y evadirse. Así lo contaba Lynne Pearce, profesora de Teoría Literaria y Cultural en la Universidad de Lancaster (Reino Unido) y directora Humanidades del CeMoRe (Centro de Investigación sobre Movilidades), en su libro Drivetime: Literary Excursions in Automotive Consciousness (2016).
REDRIVE: COMPRAR NO ES LA ÚNICA OPCIÓN
Afortunadamente, ya no es necesario comprarse un coche para experimentar el placer de conducir. Además, el elevado precio de los vehículos, en especial los eléctricos e híbridos, junto a los largos tiempos de espera para conseguir un coche nuevo, posicionan al renting de ocasión como una de las alternativas más atractivas de adquirir un coche.
Al tener costes más asequibles, los conductores pueden disponer de vehículos de bajas emisiones prácticamente nuevos y completamente adaptados a las normativas vigentes.
ReDrive, el renting de vehículos seminuevos de ALD Automotive | LeasePlan, permite a sus clientes —a partir del sexto mes— comprar el vehículo, descontando hasta el 50% de las cuotas abonadas (con un máximo de tres), continuar con el alquiler, cambiar el coche o devolverlo sin penalización por cancelación. Además, todos los vehículos de ocasión que forman parte de su catálogo de renting proceden de contratos ya finalizados, están completamente revisados y cuentan con el historial de mantenimiento e informe pericial.
Pero no son esas las únicas ventajas, el renting que ofrece ReDrive contribuye al cuidado del medioambiente, un aspecto que preocupa e interesa a cada vez más personas. Sus vehículos, con una antigüedad de entre 1 y 5 años, emiten 117gr/km de dióxido de carbono, un 2,8% menos que el promedio de las emisiones de vehículos nuevos matriculados en España en 2022, cuya cifra se situó en 120 gr/km, según ANFAC.
Y a todos estos beneficios se suma la facilidad para adquirir un vehículo seminuevo de renting que ofrece ReDrive, ya que el proceso es 100% online, aunque también cuenta con tiendas físicas en Madrid, Barcelona, Sevilla, Burgos, León, Pontevedra, Salamanca, Valencia y Valladolid para quienes buscan un trato más personalizado.