Categorías
Ideas

#rejected, o cómo convertir una mala experiencia en Tinder en un fotolibro

Mil «me gusta» en Tinder y ni un solo match. De esta situación potencialmente frustrante surge #rejected, un libro original en su forma y su contenido, publicado por el fotógrafo estadounidense Gary Cohen.

«Un amigo me recomendó que entrara en Tinder para intentar encontrar novia. Yo era bastante escéptico, porque me parecía que el Tinder tiene que ver sobre todo con el aspecto físico», cuenta Cohen desde Londres, donde reside desde 2010.

«Más de una mujer me había llamado feo. Por lo tanto, no creía que iba a tener mucha suerte. El tiempo ha demostrado que tenía razón. Durante la primera semana escogí solo a chicas que me gustaban, o por la descripción de su perfil o por su físico. No hubo ningún tipo de reciprocidad. Entonces empecé a seleccionarlas todas. Después de pasar por 1.000 perfiles, acabé mi proyecto», añade.

El libro, que rezuma humor y autoironía, está editado como una baraja de 52 cartas en las que cada una representa la pantalla de un teléfono y, al mismo tiempo, a una de las mujeres que rechazó a Cohen. «Quería lograr una representación análoga a lo que se puede ver en la aplicación. Tinder es básicamente una baraja de cartas virtuales que vas pasando. Tenía mucho sentido hacer el libro de esta forma. Además, las cartas sugieren la idea del juego», explica Cohen.

#rejected fue lanzado el año pasado en Paris Photo, en la feria independiente Offprint Paris. «Al principio hice pantallazos de las chicas que me parecían más graciosas. Un amigo que trabaja para el Archive of Modern Conflict me sugirió que hiciese un libro para esta feria. Me puse las pilas y en 15 días lo tenía impreso, justo un día antes de ir a París», cuenta.

A través de su propia experiencia, Cohen hace una reflexión sobre los cánones estéticos que triunfan en Tinder, una aplicación que le resulta algo superficial. «Escucho a muchas mujeres decir que lo que buscan en un hombre es la inteligencia, el humor o una persona agradable. En realidad siempre eligen al chico malo, al que esperan cambiar, o al guaperas», afirma el autor de #rejected. En este sentido, el planteamiento del Tinder le resulta más honesto.

«No tengo problemas con esta aplicación, pero está claro que yo no debería estar allí. Por otra parte, tampoco he tenido suerte con otras aplicaciones. En la app Once, que garantiza un match al día, no tuve éxito. Me dijeron que mis exigencias eran demasiado estrictas. Pero yo solo había pedido encontrar a una mujer de entre 30 y 45 años y que no fuese religiosa», destaca Cohen, cuya seña de identidad hasta ahora ha sido la fotografía callejera.

«El mayor problema con mi fotografía es que no hay alma en mis fotos. Están bien encuadradas y la exposición es correcta, pero carecen de poesía. Eso sin duda acontece porque todavía no sé quién soy fotográficamente. En cambio, este proyecto está muy ligado a mí. Espero que resulte divertido y lleno de humor, porque en el fondo yo soy así», reconoce.

En una época en la que cada vez más fotógrafos recurren a la mezcla de documentalismo y ficción para llevar a cabo sus proyectos artísticos, Cohen opta por la sinceridad absoluta y desnuda sus sentimientos ante el espectador. «He tenido que lidiar con el rechazo toda mi vida, desde que mi padre dejó a mi madre cuando nací, por el mismo hecho de haber nacido. Este es mi punto de partida», revela el fotógrafo.

«Tengo solo un puñado de amigos y tiendo a decir lo que pienso, con lo cual no le gusto a muchas personas. Soy de Los Ángeles, un lugar muy artificial. Por eso tengo poca tolerancia con los mamoneos y la falsedad. Intento dejarme de tonterías y ser honesto conmigo mismo. Desafortunadamente este tipo de comportamiento no está bien visto, aunque me permite sentirme bien».

El proyecto nació como una broma para sus amigos de la comunidad fotográfica. «Ha sido una agradable sorpresa comprobar que otras personas se han interesado por él», señala Cohen, que trabaja como programador de software y que de momento no ha recibido ninguna queja de las protagonistas de su libro.

Su próximo proyecto pretende juntar tecnología y citas. Cohen está desarrollando una aplicación para ligar. «En realidad, es un proyecto artístico y cuento con uno de los mejores diseñadores de fotolibros», asegura.

Finalmente, Cohen tuvo su primer match con dos chicas solo después de publicar su libro. «Ambas me rechazaron rápidamente cuando nos encontramos en persona. La primera fue más maja. La segunda me despachó al minuto de encontrarnos. La mirada de decepción en sus ojos cuando me vio fue hilarante», recuerda.

Por Valeria Saccone

Periodista, fotógrafa y políglota. Mis dos pasiones: Brasil y Rusia.
Tengo dos blogs: Historias de la pacificación y Viaje al Corazón de Rusia

Salir de la versión móvil