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‘Relatos ortográficos’: cuentos que hablan de comas, prefijos y otras cosas del idioma

Relatos ortográficos

No hay nada mejor que un aperitivo. Te relaja y calma la hambruna voraz a ciertas horas. Es el agradable anuncio de que la comida seria, la de llenarte los carrillos, está en camino.

A modo de aperitivo, pero literario, te dejamos estos pinchitos sabrosones con sabor a vermut y aceitunas. El plato fuerte tiene forma de libro, ganó el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes en 2018 y tiene el sorprendente título de Relatos ortográficos: cómo echarle cuento a la norma lingüística.

Relatos ortográficos, el libro

Es fría, silenciosa, ágil y letal, como buena criminal de raza. Se especializa en destrozar familias bien avenidas, de esas de las que Vox manda. Es la coma criminal.

Relatos ortográficos

El velatorio, una sala en semipenumbra. Comas llorosas, palabras moribundas que ven próximo su final, lazos negros y coronas de flores. ¿De quién será el funeral?, se preguntaba el punto y coma.

Relatos ortográficos

¿Por qué se rompe un matrimonio? A veces el divorcio llega por algo tan tonto como una discusión sobre la preparación de los huevos.

Relatos ortográficos

Un pibonazo, un maromo de los de que dan sentido al neologismo melofo, un polvo andante… Hasta que abre la boca y la libido se te cae hasta el mismísimo centro del núcleo terrestre con su magma y sus cosas de núcleo terrestre.

Relatos ortográficos

Uno era un adverbio; el otro, un posesivo. Se adoraban, se amaban y se achuchaban con lujuria cada vez que se encontraban. Si lo suyo era amor, ¿por qué, entonces, su unión no estaba permitida?

Relatos ortográficos

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