Podría ser que la resurrección no solo fuera cosa de dioses. Podría ser incluso que fuese algo que atañe al skate. Que las tablas hacinadas en una terraza a las que el tiempo dirigía irrevocablemente a la podredumbre volvieran a patinar. Y todo sucedería sin milagros. Porque un colectivo artístico llamado Nube las restauraría y se las entregaría a 30 ilustradores y diseñadores para que les devolvieran su belleza.
Las primeras tablas que se amontonaron en algún lugar de casa, fuera de paso, pertenecían a Javier de Riba y Edu Pin. Patinan desde lo más lejano que pueden recordar y eso significa que, como muchos otros skaters, acumulan tablas muertas a las que hace mucho tiempo dejaron de lado.
De Riba y Pin son, además, el alma de un colectivo artístico: Nube. Y fue desde allí, desde ese espacio donde todos los proyectos de Nube se cuecen, donde surgió la idea. “¡Hagamos algo con las tablas!”. En ese algo el contenedor de basura no entraba en juego (valor emocional y esas cosas). No quedaba otra entonces que devolverles la vida. Y eso suponía una nueva silueta, nueva pintura y nuevas ruedas.
“Las recortamos como minilongs, le hacemos los cantos, quitamos la parte dañada y las restauramos para que puedan utilizarse otra vez. El ‘nuevo’ monopatín te genera la ilusión suficiente para volver a patinar”, indica Nube.
Era el nacimiento de Reskate y estaba en manos de Pin, De Riba y María López. Poco después llegaron más tablas de segunda mano que habían caído en desuso. Algunas, incluso, partidas en dos. Las recortaron y las empezaron a entregar a una serie de ilustradores para que hicieran en ella lo que quisieran. Comenzaron llamando ellos y, al poco tiempo, eran ellos quienes recibían las llamadas de ilustradores para unirse al proyecto.
La lista va ya por 30. Y, por el momento, para aquí. Entre ellos están Berto Martínez, Conrad Roset, Amaia Arrazorla, Kikayis Illustrator, Mercedes Valgañón, Nil Bartolozzi, Adrià de Yzaguirre, Cristian Blanxer (Momo),
Glemm, Álvaro Pinacho/Chloé Bersagol, Anna Rubio,
Crajes, Conspiracy Studio, Manifiesto 79, Max-o-Matic, Jalón de Aquiles…
El proyecto fue adquiriendo tal magnitud que decidieron exponerlas. Y en eso estaban cuando llegó una galería, Pantocrator, para ofrecerles organizar una muestra con las tablas. En abril estarán en Barcelona y después, con la misma galería, viajarán a Berlín.
Tocó también a la puerta de Nube una sit-com de Canal 33, producida por Cassette Films, y en unos meses las tablas aparecerán en TV.
“La idea inicial es que se usasen para patinar pero, por lo que estamos viendo, los compradores las tendrán como objeto de exposición. Da pena utilizar una tabla pintada por un ilustrador”, aclara De Riba. Eso implica, pues, que habrá un segunda parte en este proyecto.
Y esto de Nube ¿a santo de qué? A santo de una frase: “El cielo no está tan arriba”. La escribió De Riba un día de un tiempo en el que solía anotar ideas cuando iba por la calle. En un bar, hablando con Edu Pin sobre el colectivo que querían formar, la frase volvió a salir a escena. “Nos dimos cuenta de que el cielo no estaba tan arriba porque estábamos en una nube”. (Entiéndase por nube un espacio lleno de felicidad).
El proceso de creación:
Amaia Arrazola.
Crajes.
Guibo.
Aida González.
Alvaro Pinacho.
Anna Rubio.
Chloé Bersagol.
Hamo Studio.
… Y unos restos de tablas.
Javier de Riba y los restos de tablas.
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