Es «ofensivo», « un mal ejemplo para los jóvenes», «promueve la violencia de género»… Son algunas de las críticas éticas en las redes sociales a Bitch Better Have My Money, videoclip de Rihanna. ¿Es así?
(Opinión)
El videoclip y la canción podrán gustar o no, pero las críticas a las intenciones éticas del mismo se me antojan excesivas.
No ignoro que el vídeo pueda herir sensibilidades por la sangre, los desnudos y las imágenes que sugieren violencia (por otro lado, imágenes no más intensas que otras vistas en películas de sobremesa). Sin embargo, las críticas éticas tienen más relación con la corrección política que con un interés en proteger sensibilidades ajenas. Comentarios apoyados en la simplificación de ideas y la incapacidad para diferenciar entre la Rihanna artista y la Rihanna persona.
SIMPLIFICACIÓN DE IDEAS
Hay críticas que parecen partir de la fórmula «mujer torturada = violencia de género». Fórmula que ignora el argumento que desarrolla Bitch Better Have My Money.
Para ONU Mujeres, «la violencia de género se refiere a aquella dirigida contra una persona en razón del género que tiene, así como de las expectativas sobre el rol que deba cumplir en una sociedad o cultura».
Aunque la mujer del mafioso (la rubia) es secuestrada y torturada, no representa a la mujer que sufre por violencia de género. La rubia es pieza de un argumento dramático clásico del cine: un mafioso no paga sus deudas a un pistolero y éste la cobra por la fuerza (A quemarropa, por ejemplo, es una película mítica en este subgénero). La rubia es el caballo de El Padrino (y no he encontrado quejas contra Coppola por maltrato animal).
La violencia de género aparece clara en películas con apariencia ingenua como Siete novias para siete hermanos que reponen las cadenas autonómicas de año en año. Recordemos que en este western musical, siete hombres secuestran a siete muchachas para forzarlas al matrimonio. Al comienzo del cautiverio, ellas repudian a sus secuestradores, pero acaban aceptando la situación y se casan con sus secuestradores. Los padres de las chicas, escopeta en mano, forzando el matrimonio (por el honor de las muchachas), es el broche de esta película. De esta manera ellas son forzadas (por guión) a «comportarse como marca las expectativas sobre el rol que deben cumplir en la sociedad».
Creo necesario aclarar —¡ah, lectores en vertical— que no defiendo los gravísimos delitos del personaje de Rihanna, pero afirmo sin dudas que el videoclip no tiene la intención de promover la violencia contra la mujer. Si Bitch Better Have My Money tiene un mensaje hay que extraerlo: «Cuidado con quién haces tus negocios». Dando una vuelta de tuerca: «el fin (cobrar una deuda) justifica los medios (el secuestro, la tortura y el asesinato)», un mensaje que como espectadores responsables cuestionamos.
Pensar que Bitch Better Have My Money alienta la violencia de género es como pensar que La lista de Schindler promueve el asesinato de judíos.
CONFUSIÓN ENTRE LA FIGURA PÚBLICA Y PRIVADA
«Penoso. ¿Ha olvidado Rihanna que fue maltratada?», escribe un usuario en una red social. No es el único comentario que alude al maltrato recibido por Rihanna. «Cínica», escribe otro; «se burla del maltrato porque tiene dinero», dice otro (mezclando una supuesta sensibilidad con cierto asco por el dinero ajeno). Hay quién pretende defender a Rihanna con argumentos extravagantes como: «Rihanna no tortura. Nunca se le ve pegando a la rubia».
Es extraño que tras más de cien años de cine haya espectadores que piensen que el actor es como el personaje que interpreta (un pensamiento perezoso o malicioso). Rihanna interpreta a un personaje en Bitch Better Have My Money aunque no tenga nombre y apellidos.
CUESTIÓN DE GÉNERO
Una duda flota: ¿cuántas críticas tienen como raíz —aunque parezca paradójico— el menosprecio a la mujer?
Vemos que el personaje de Rihanna actúa como haría Walter White o Tony Soprano. «No es personal, son negocios», podría decir Rihanna.
De alguna manera, la violencia ejercida por una mujer se cuestiona más que la violencia de un hombre. Un ejemplo: en un mismo artículo sobre House of Cards leo «zorra» e «hija de puta» para referirse al personaje de Robin Wright. Sin embargo, el personaje de Kevin Spacey no es descalificado. Tampoco es raro encontrar que «Joffrey es un psicópata» y que «Cersei es una zorra». Uno piensa que si Adam Levine (Maroon 5) hubiera interpretado Bitch Better Have My Money muchos le habrían hecho la ola sin miramientos.
La conclusión es que la educación audiovisual es una asignatura pendiente en las escuelas del mundo. Una educación que contribuya a un verdadero juicio crítico sobre las imágenes. Otra conclusión es que Rihanna sabe venderse bien.
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