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Si te agobia el entorno, tira de imaginación

Hay una forma de defenderse del entorno hostil, de todo lo malo que no depende de ti.

La han utilizado durante años las personas que querían evadirse de una realidad molesta o, a veces, terrible.

Lo hacía Ana Frank cuando veía su refugio en Amsterdam como un pequeño mundo lleno de luz y lo hacen los niños que olvidan por un momento el hospital para sumergirse en un cuento. Cervantes, Miguel Hernández, Wilde o Escohotado saben lo que es usar la pluma durante un encierro carcelario para perseguir una libertad relativa e incorpórea.

Esa herramienta gratuita y eficaz que es la imaginación está a nuestra disposición también hoy, cuando pasar las páginas de un periódico se ha convertido en una sucesión de decepciones.

Ante una realidad política apocalíptica y salpicada de nuevas mentiras que van saliendo a la luz, siempre podemos llegar a casa y sentirnos seguros entre los objetos que nos resultan familiares. Siempre podemos inventar historias a partir de un espacio que nos inspira, aportar un toque de guasa a las situaciones serias, aprovechar cualquier espacio en blanco para añadir un poco de humor y de belleza.

Eso ha conseguido la firma murciana de muebles Sancal al presentar su última colección, Enigma, en el Salone del Mobile de Milán.

Podían haberse limitado a exponer las novedades, pero decidieron aprovechar la oportunidad de expresarse que les brindaba una de las ferias de mobiliario más reconocidas a nivel mundial y… ¡abrir juego!

Pusieron en marcha una escenografía impactante con la colaboración del artista de collage Sammy Slabbinck. En apariencia, este espacio de Sancal parecía sobrio. Pero, en cuanto el visitante se sumergía en él, comenzaban a desvelarse una serie de enigmas: nada era lo que parecía.

El stand se convertía en una especie de puerta a una cuarta dimensión, ya que estaba repleto de ventanas a través de las cuales el visitante se asomaba a un exterior surrealista.

Los collages del artista belga presentaban una cara y una cruz, una versión «normal» y otra inesperada, efecto conseguido gracias a la técnica de la impresión lenticular.

El espacio tenía múltiples referencias: la arquitectura de Luis Barragán, los cuadros de Hopper y joyas del cine como El Resplandor, Suspiria, Mon Oncle y La ventana indiscreta.

El contraste entre los tonos del mobiliario, las paredes y las obras de Slabbinck sugería un marcado contraste entre realidad y ficción generado por el deseo de conciliar paletas imposibles.

Las novedades que Sancal quería presentar en esta ocasión, diseñadas por Note Design Studio, Estudihac by Jose Manuel Ferrero, Nadadora, Mut, Ionna Vautrin, Rafa García y Juan Ibáñez, eran suficientes para llamar la atención de un público ávido de diseño y buenas ideas. Pero la marca quiso ir un paso más allá, inspirando a los visitantes para que recuerden que de casi cualquier acto cotidiano se puede sacar un poco más si se utiliza esa herramienta universal, gratuita y casi todopoderosa que es la imaginación.

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