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No permitamos que la solución al problema del agua se nos escurra entre las manos

Una laguna casi desecada se esconde entre pequeñas colinas de un páramo de Oropesa (Toledo). Al fondo, las montañas ponen marco al infinito de la llanura. Hasta que no te acercas lo suficiente, no puedes distinguir el contorno de la laguna ni la escasa cantidad de agua que alberga. En las orillas, líneas de distinto color dibujan cómo ha ido descendiendo su nivel hídrico. Una prueba ineludible de cómo está afectando la sequía a España y de que el agua, mejor dicho, la falta de agua, es un gran problema.

Alrededor de su contorno, un hombre vestido de negro con una hoja de papel en la mano, parece fumigar el suelo mientras lo tiñe de negro. Paso a paso, va dibujando a golpe de compresor algo sobre la tierra guiándose por ese papel y por unas pequeñas estacas de madera de distintos colores que rodean la laguna y su contorno.

Hay que elevarse a vista de dron saber qué está haciendo en realidad y distinguir la silueta de lo que va creando: unas manos hiperrealistas tratan de sostener y proteger la poca agua que queda en la laguna.

StepbyWater es una alianza multisectorial nacida bajo el mandato de la ONU en su ODS 17 y conformada por empresas públicas, privadas y de la sociedad civil que ha puesto en marcha la campaña En nuestras manos. Con ella, busca concienciar sobre el gran problema del agua a nivel global, y en particular en España, y la necesidad urgente de protegerla. Para ello, ha contado con la ayuda del artista francés Saype, que se ha encargado de crear una obra de artland en una laguna de Oropesa, en la provincia de Toledo.

El mensaje es claro: la solución para el problema del agua está en nuestras manos, y si no nos unimos como sociedad para paliarlo, se nos escapará entre los dedos. «Hay que entrar en acción por el agua sí o sí, y hay que hacerlo en un entorno en el que se facilite el consenso, el diálogo y la cooperación entre todos los sectores», urge a la acción Raquel Paiz, responsable de comunicación y estrategia de StepbyWater.

Pero, como explica Saype, para actuar antes hay que conocer el problema, «pensarlo» y tomar conciencia sobre él. Y en este sentido, el arte es el mejor aliado para llamar la atención de la sociedad sobre estas cuestiones. «Creo que el arte puede tener un papel muy importante en distintas cuestiones sociales, así que espero que este trabajo inspire a mucha gente para encontrar una solución al problema del agua», opina. Esta acción representa el primer trabajo del francés en España.

Para crear estas manos, que suponen su seña de identidad, Saype ha utilizado tintes a base de tiza y carbón vegetal mezclados con agua, materiales biodegradables que no dañan el entorno.

«El primer paso en mis creaciones artísticas es pensar qué mensaje quiero trasmitir. Una vez que tengo la idea y cómo quiero comunicarla, empiezo a buscar la mejor localización para llevarla a cabo. Mi intención siempre es crear algo que pueda jugar con el paisaje y con el entorno donde se va a ubicar», explica Saype su proceso de trabajo.

Para mapear el espacio, utiliza un dron que le da una idea clara del lugar gracias a las fotografías que toma desde el aire. Unas pequeñas estacas de madera de colores delimitan la cuadrícula del dibujo sobre la tierra. Y a partir de ahí empieza a pintar: primero una capa de negro y sobre ella, los grises y blancos que van dando forma, sombras y relieve al dibujo.

El arte, opina el francés, es un lenguaje universal capaz de despertar emociones y movilizar a la gente, en especial el artland que él practica.

«Ese es el objetivo principal para mí. Yo trato de hacerlo de una manera positiva y de una manera poética. El mensaje de mi trabajo artístico es decir: vale, ya sabemos que hay un problema con el agua. Es el cambio climático y podemos ver las consecuencias. Pero tenemos que entender que podemos encontrar una solución para crear un futuro mejor. Ese es el mensaje que quiero trasmitir. Pero el primer paso es empezar a pensar sobre todo esto. Si nadie lo conoce, no puede pensarlo».

Para Saype las manos son un elemento simbólico de enorme fuerza. Con ellas, dice, el ser humano es capaz de construir y eso es algo muy poderoso. «Si desciendes a los detalles, en ellas puedes ver la historia de las personas» y dibujarlas en un gran reto.

Aunque España sea uno de los países especialmente vulnerables al estrés hídrico, el del agua es un problema global. Según el Informe Sobre la Gestión de la Sequía creado por el MITRED, actualmente casi el 15% del territorio nacional se encuentra en situación de emergencia en cuanto a la escasez de agua, y casi el 28% está en situación de alerta o excepcionalidad.

En este sentido, la precipitación en España hasta el mes de septiembre de este año se sitúa un 17,1% por debajo del valor normal de referencia de los mismos meses del periodo 1991-2020, lo que ha provocado que la reserva en los embalses haya disminuido considerablemente. Los datos actuales muestran que los umbrales están especialmente bajos: la reserva hídrica española se encuentra al 37%. Todo ello, a pesar de las lluvias que hemos vivido en las últimas semanas.

Sin embargo, aún es posible actuar para mejorar la situación. Para Raquel Paiz, buena parte de las soluciones han de venir de la ciencia, de la tecnología y de la innovación.

«Tenemos que ser capaces de avanzar en esto para depender mucho menos del clima, abaratar el coste de la desalación y avanzar en las técnicas del agua reutilizada —afirma la responsable de comunicación y estrategia de StepbyWater—. Y esta es nuestra gran propuesta, el agua reutilizada, porque la solución ya está (España es el país europeo más avanzado en reutilización de agua), pero el freno está en la normativa».

De ahí que deba establecerse un diálogo constructivo que implique no solo a los gobiernos, sino también a empresarios, agricultores, regantes y sociedad en general.

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

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