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Creatividad

El artista japonés que se mea en la cara de la IA

Como en Yorokobu somos muy de refranes, nos vamos a quedar con ese que dice que una imagen vale más que mil palabras. ¿Por qué? Porque en este artículo no vamos a escribir un texto largo, pero sí vamos a mostrar mucho.

Shinrashinge es un artista japonés que se dedica a contar historias con pop-ups y el papel como materia prima. Y en una época en la que la inteligencia artificial y los efectos especiales lo copan todo, Shinrashinge es capaz de demostrar que no hace falta tanta parafernalia para emocionar y comunicar. Bastan papel, tijeras, un rotulador y mucha mucha creatividad. Bueno, sí, también tira de algunos truquitos de vídeo, pero lo que enseña deja un regusto artesanal en la mirada que da mucho gustito.

Lo mismo te cuenta una historia de amor que la evolución desde la infancia hacia la adultez de una niña contada en dos perspectivas: la de la hija y la de su padre. Pero que la poesía no impida tocar temas sociales polémicos, como la crítica al salvaje sistema de trabajo en Japón y el síndrome del burnout. Una exploración emotiva de las relaciones humanas y un alegato, quizá no intencionado, a favor de las cosas sencillas (a pesar de la enorme técnica y habilidad que se esconde detrás de sus creaciones). Empezó decorando vasos de papel con ilustraciones animadas al estilo manga —que por algo es japonés— y ha continuado con estas historias pop-up en las que une ingeniería y arte.

Nos callamos ya para que disfrutes de su arte. Pero antes, y volviendo a los refranes, de bien nacidos es ser agradecidos, así que muchas gracias, Santi Araújo, por la pista.

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

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