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Si busca piso ármese de paciencia… y de un rifle

España parece que está perdiendo el miedo a alquilar pisos en vez de a comprarlos, visto el resultado de la fiebre inmobiliaria. Pero todavía hay numerosos vicios que corregir, y no pocos canallas sueltos intentando aprovecharse de la situación. Sangrantes son las llamadas “garantías”: Para alquilar un agujero de 500 euros al mes pueden pedir: 2 meses de fianza + mes en curso + mes de agencia + nómina + aval bancario de 6 meses.

Son muchos los obstáculos que el incauto buscador de un lugar donde vivir habrá de superar, comenzando por el criminal “Mes de agencia”. Las agencias cobran un mes del precio (sea cual sea éste, eso es lo curioso) por enseñar el lugar en cuestión. Pero se lo cobran al futuro inquilino, no al dueño, razón por la que nunca nos van a ayudar para que el propietario baje la mensualidad. He vivido en muchos países, y en ninguno existe esta fórmula, manifiestamente injusta y contra la que nadie alza la voz.

Seguidamente, ofrecemos al lector un breve glosario de las expresiones que emplean las inmobiliarias (y no pocos particulares) en nuestro país, y una traducción aproximada de sus significados. Todos los términos aquí expuestos y sus equivalencias han sido hallados en anuncios reales durante los últimos veinte días.

– “Ideal para persona sola”: Tan pequeño que el infeliz que lo habite jamás podrá aspirar a vida social alguna.

– “Coqueto”: Hortera hasta decir basta. Y pequeño, muy pequeño.

– “Ideal Pareja Joven”: Nótese que la inclusión del adjetivo “joven” sugiere que el piso no tiene ascensor, está lejos de cualquier transporte público y acumula muchos problemas domésticos que solo el optimismo de algunos veinteañeros puede vencer.

– “Para entrar a vivir”: Esta frase es un clásico, y significa más o menos: “Si te lo quedas, no me toques los huevos, porque tiene todo lo que necesitas. Y punto.”.

– “Solo 4 vecinos educados”: Una de dos, o hay muchos más vecinos que son unos bestias o estos 4 son los únicos, y además octogenarios que no permitirán poner música ni hablar alto.

– “Muy tranquilo”: Es un ataúd, de hecho. Ideal para fundar una célula terrorista o un burdel, porque nadie escuchará ningún grito.

– “En la mejor zona de Madrid”: Está a hacer puñetas, dentro de algún barrio de nueva tipología, que creció al abrigo de la burbuja (las burbujas no abrigan nada, a la larga).

– “Mejor ver”: Ver si cuela, se refiere, porque no se les ocurre nada bueno que escribir en el anuncio.

– “Simpático”: Con una distribución incomprensible. Directamente, para meter de hostias al arquitecto (si lo hubiera).

– “De diseño”: Todos los muebles comprados en IKEA. Y hay que agacharse para entrar en el baño, o la cocina está junto a la cama (o en la cama).

– “Totalmente amueblado”: Con muebles espantosos de la España de los setenta (que es la peor España de los últimos siglos). Maderas oscuras, enormes mesas para comer en el salón… ¡y formica en la cocina! ¡Puagh!

– “Muy bien comunicado”: Existe una estación de Metro Ligero Raro que pasa de vez en cuando, a veinte minutos en coche del lugar en cuestión.

– “Grandes calidades y zonas verdes privadas”: Césped artificial, de plástico, vamos. En un complejo de oficinas donde la promotora tuvo la idea de que algún desgraciado también podría pernoctar.

– “Original”: Inhabitable. Solo un artista atormentado o algún miope podría meterse ahí.

– “Fresquito en verano”: Ni hay aire acondicionado ni lo habrá nunca. Y respecto al invierno… Sin comentarios.

– “Portero físico”: ¿Por qué nunca ponen “portera física”?

– “Moderno”: Hace treinta años lo era, pero ¿ahora? Pavoroso.

– “Portal señorial”: Así se compensa que la infravivienda sea un semisótano con un respiradero que da a la escalera… eso sí, señorial.

– “Recién acuchillado”: Santo Cielo, prefiero no pensarlo…

Por si no se han dado cuenta, estoy buscando piso… Acepto compartir. ¿Se imaginan viviendo con su columnista favorito? Lo pasaríamos tan bien…

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