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El beneficio secundario de salir a correr

Un brazo roto y las rutinas diarias saltan por los aires. Nacho no puede sacar a pasear a sus perros. Pero siempre hay alguien que puede hacerlo mientras aprovecha para hacer deporte. Es la filosofía de El deportista social, una iniciativa de Yorokobu y Sigre, como parte de su plataforma Cambia con Sigre.

A Nacho le gusta montar en moto. Pero hace unas semanas tuvo un accidente y se rompió las dos muñecas. Aunque familia y amigos han estado cerca para ayudarle en su día a día sin brazos, nadie se acordó de sus perros ni de su necesidad de salir a correr. Ese fue nuestro cometido esta vez. Sacar a pasear unos perros a la vez que se aprovecha el paseo para correr. Ejercicio físico con beneficios colaterales.

El mal tiempo, la cantidad de trabajo, los días cada vez más cortos, la pereza… dejaron de ser excusa para salir a correr. Ayudar a un amigo lesionado y a unos perros que no tienen la culpa hace que salir a correr no sea una rutina sino un motivo de satisfacción.

Y la idea de Yorokobu ha calado entre los vecinos de la urbanización, donde varios voluntarios han comenzado a ofrecerse para pasear a aquellos canes cuyos dueños sean incapaces de sacarlos. Son gente de todas las edades, que corren habitualmente y que han manifestado que, no solo no les importa, sino que les encantaría correr con la compañía del mejor amigo del hombre.

El deportista social es una de las iniciativas de la plataforma Cambia con Sigre. Puedes ver más en Cambiaconsigre.com.

Por Yorokobu

Yorokobu es, ya sabes, esta revista que estás leyendo.

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