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El fin de Silk Road, el supermercado de la droga en internet, en una infografía

Cuando se dice que en internet hay de todo, hay quien no cree que en realidad, hay de todo. Cada día se realizan millones de transacciones en todo el mundo. No todas ellas son legales. Silk Road era hasta hace pocos días una gran tienda online en la que tenía cabida todo aquello que no entraba en ningún otro sitio: drogas, armas o herramientas para la delincuencia cibernética entre otras cosas. Esta infografía explica brevemente la trayectoria del polémico mercado negro.

Si, como le puede ocurrir a cualquiera, tienes un alijo olvidado en el fondo del armario, Silk Road era el sitio ideal para colocarlo. La web ofrecía cocaína, heroína, LSD o metanfetamina. Así mismo, el catálogo incluía también armas y munición para los delincuentes dados al cuerpo a cuerpo, herramientas de hacking para los de teclado blanco o falsificaciones de documentos, que uno nunca sabe cuándo va a tener que meter o sacar ilegalmente a un colega del país.

Ross William Ulbritch, también conocido como Dread Pirate Roberts, estaba por motivos obvios en el punto de mira de las autoridades más selectas de muchos países. La cosa pasó a mayores cuando un agente del FBI se hizo pasar por un usuario de la plataforma al que DPR encargó un asesinato en la primavera de este 2013. Había alguien chantajeando al propietario del mercado negro y Ulbritch quiso acabar con él. A partir de ahí, el capo de Silk Road comenzó a cometer errores que han desembocado en su localización y detención.

La infografía tiene la autoría de Coalition Against Drug Abuse.

Ah, si aún guardas ese alijo bajo la baldosa de la cocina, no seas tonto y entrégalo a la policía. Si optas por el camino difícil, debes saber que hay alternativas a Silk Road. Tú sabrás.

 

 

 

Por David García

David García es periodista y dedica su tiempo a escribir cosas, contar cosas y pensar en cosas para todos los proyectos de Brands and Roses (empresa de contenidos que edita Yorokobu y mil proyectos más).

Es redactor jefe en la revista de interiorismo C-Top que Brands and Roses hace para Cosentino, escribe en Yorokobu, Ling, trabajó en un videoclub en los 90, que es una cosa que curte mucho, y suele echar de menos el mar en las tardes de invierno.

También contó cosas en Antes de que Sea Tarde (Cadena SER); enseñó a las familias la única fe verdadera que existe (la del rock) en su cosa llamada Top of the Class y otro tipo de cosas que, podríamos decir, le convierten en cosista.

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