A Charles Harry Hewitt (1915-1987) se le conoce como Slim Hewitt por los estrechos marcos en los que solía encuadrar sus fotografías.
Su labor como fotoperiodista le permitió ser testigo de hechos históricos como el Desembarco de Normadía o comprobar las condiciones en las que sobrevivían los prisioneros en Bergen-Belgen.
Pero también, vivir otras experiencias menos dramáticas aunque, también, históricas. Entre ellas, pasar un día entero con Salvador Dalí en su casa de Cadaqués. Lo hizo para un reportaje de la revista Picture Post.
Hewitt no defraudó. Dalí, tampoco. El artista estaba más que acostumbrado a la prensa y para aquella ocasión desplegó todo tipo de extravagantes poses. El fotógrafo las captó para la posteridad.
«Sus fotos hablan 1.000 palabras», dice Austin Farahar, de Chiswick Auctions, sobre el trabajo de Slim Hewitt. «Tenía la capacidad única de retener todos los matices de una situación y encapsularlos en sus fotografías como ningún otro fotógrafo. Era una habilidad natural que usaba a pleno rendimiento».
Las imágenes que el fotógrafo y periodista británico realizó aquel día a Salvador Dalí son algunas de las obras que la casa de subastas para la que trabaja Farahar sacará a la venta el 16 de mayo.
A Farahar no le extraña el desconocimiento de Slim entre el público en general. «Ocurre con muchos fotógrafos de su generación. Solo después del desarrollo de la fotografía artística, en los últimos 30 años, creció el interés por contemporáneos suyos como Thurston Hopkins o Bert Hard».
Es la primera vez que las obras de Slim Hewitt se ofrecen en el mercado abierto, algo que a Farahar no le preocupa. Los altos precios alcanzados por las obras de los citados Hopkins o Hard en subastas anteriores le hace confiar en el éxito de la Hewitt. «Los coleccionistas conocen su obra. ¡Es realmente un fotógrafo de fotógrafos!».
