Hoy es martes y trece, uno de esos días. Seguro que alguien viene y te hace algún comentario sobre si hoy pasará algo o sobre si no hará tal cosa ‘por si acaso’. El origen de la superstición es difuso, pero trasteando por la Red hay un montón de datos que describen el número trece como sinónimo de mala suerte para diversas culturas. Lo del martes es algo más concreto y localizable: es el día del dios romano de la guerra y la sangre, un dios ‘malo’ que se asocia con este tipo de cosas. Si unes martes y trece ya está todo decidido: mejor te quedas en casa (por si acaso).
Sin ser experto en el tema más bien supongo que lo del trece arrancaría como la superstición de una determinada civilización y las otras lo incorporarían a sus rituales y miedos. Por describir algunos posibles orígenes que se aparejan al número trece, los asirios reunían lo del martes y lo del trece para señalar en tan fatídico día el orígen de la confusión de lenguas en Babel.
El origen quizá fuera ese, quién sabe, y de ahí que pasara a la tradición judía: la Cábala describe trece espíritus malignos, la escena de la manzana de Adán y Eva transcurre un día trece, trece fueron los comensales de la Última Cena, trece -viernes- fue el día en el que supuestamente se crucificó a Jesús y el capítulo trece del Apocalipsis es en el que aparece el Anticristo. Tendría sentido pensar que de ahí diera el salto a la cultura grecorromana y, de ésta, a nuestros días, incluso a tradiciones paganas como el tarot, cuya carta número trece simboliza la muerte.
Lo malo es que otros hablan de que la mitología nórdica habla de una cena entre doce dioses a la que no se invitó a Loki, el maligno, y que al final consiguió colarse y ser el invitado número trece. Como veis los nórdicos estropean mi teoría de historiador de estar por casa. Para darle más misterio al tema recordar que cuando el Papa Gregorio XIII modificó el cómputo del tiempo en 1582 imponiendo el calendario gregoriano por el que aún nos regimos, creó un curioso efecto: la noche del jueves 4 de octubre dio paso al día 15 de octubre, viernes, por lo que el 13 de octubre de 1582 nunca existió.
Pero, ¿hay motivos para pensar que el martes y trece es un día malísimo? Hombre, un martes y trece (de 1883) el mundo perdió a Richard Wagner, eso es malo. Pero han pasado un montón de cosas buenas: un martes y trece de 1899 nació Alfred Hitchcock en Reino Unido y en 1900 Francia limitó la jornada laboral a once horas -un logro para la época- al tiempo que en España las Cortes regulaba el trabajo de mujeres y niños. Algo es algo.
También un martes y trece de 1938 en España se creó la ONCE y en 1983 el presidente argentino Raúl Alfonsín anunció el decreto por el que se procesaba a los militares de la dictadura. Todo ello en martes y trece, y en 1917 el servicio de inteligencia francés detenía a la mítica Mata Hari. Bueno, vale, ese martes y trece no fue demasiado bueno para ella…
Ya más recientemente, en 1990, las dos Alemanias decidieron un martes y trece iniciar el camino hacia su reunificación, y en 2001 una nave de la NASA se posó por primera vez en un asteroide en un martes y trece como hoy.
Pero no todo pasó en martes y trece, hay cosas que pasaron en día trece sin ser martes. Muchas, efectivamente, malas: el suicidio de Mariano José de Larra en 1837, la muerte de Delacroix en 1863, el inicio de la dictadura de Primo de Rievera en 1923, la construcción del Muro de Berlín en 1962, el secuestro de las chicas de Alcàsser en 1992, el asesinato de Miguel Ángel Blanco en 1997 o el hundimiento del Prestige en 2002.
Pero también pasaron un montón de cosas buenas un día trece: España abolió la esclavitud un día trece de 1880, Émile Zola publicó su ‘J’accuse’ un trece de 1898, Samuel Beckett nació un día trece de 1906, se inventó el acero inoxidable un trece de 1913, Mickey Mouse dio el salto a las tiras cómicas un día trece de 1930 y arrancó el primer Mundial de fútbol de la historia en Uruguay un día trece de 1939.
También un día trece nació Jacqueline Bisset allá por 1944, vino al mundo el nacimiento del creador del cubo de Rubik un día trece de 1944, se corrió la primera carrera de F1 un trece de 1950, nació el genial Gary Kasparov un día trece de 1963, se lanzó el primer Mario Bros un día trece en 1985, se impuso el análisis de SIDA en todas las donaciones de sangre de España un día trece de 1987, se estrenó South Park un día trece de 1997 o, más recientemente, se llevó a cabo con éxito el rescate de los mineros chilenos un día trece de 2010.
Tal día como hoy, un trece de diciembre, pasaron también cosas positivas: en 1294 el papa Celestino V abdicó tras cinco meses porque prefería vivir humildemente. En 1703 terminó la Gran Tormenta del sur de Inglaterra, la peor de la historia de ese país, durante la que murieron entre 8.000 y 15.000 personas. En 1816 nació Ernst Werner von Siemens, un inventor al que le debes unas cuantas cosas de tu día a día, y también un trece de diciembre de 1923 nació el genial Antoni Tàpies.
Años más tarde, ya en 1962, la NASA lanzó el primer satélite repetidor de comunicaciones un trece de diciembre, y en 1972 tuvo lugar el último paseo lunar que la humanidad ha realizado hasta la fecha. Un trece de diciembre de 2003 se capturó a Saddam Hussein -aunque lamentablemente no fueran tan diligentes para asegurarle un juicio- y en 2004 el dictador chileno Pinochet fue sometido a arresto domiciliario por sus crímenes.
Pero si algo positivo debemos a un día como el de hoy es al nacimiento de Martes y 13, esos míticos humoristas españoles que merecen un lugar en el olimpo de nuestra historia por actuaciones como la de Franco Napiatto.
PD.- ¿Aún te quedan ganas de más cosas buenas que pasaron un trece de diciembre? Bueno, un trece de diciembre nació el que suscribe, así que pásate por los comentarios para dejar una felicitación que invito a cervezas virtuales.
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@borjaventura, jefe de coordinación de lainformación.com
Fotos Tapies y Hitchcock: Wikipedia