Una historia inesperada que une ingeniería, creatividad y fútbol

Imagina una fría mañana de 1903 en la Escuela de Minas de Madrid. Un grupo de estudiantes vascos, recién llegados de Bilbao, debate entre libros de ingeniería y minerales sobre su gran pasión: el fútbol. Quieren llevar a la capital el espíritu del Athletic Club de Bilbao. En aquellas aulas, entre pizarras llenas de cálculos y planos de minería, surge la idea de fundar el Athletic Club de Madrid. Durante los primeros años, el club mantuvo una estrecha relación con sus raíces en la Escuela de Minas. Muchos de los primeros jugadores y dirigentes eran alumnos de esta institución. Incluso el equipo utilizaba instalaciones cercanas para entrenar y disputar sus primeros partidos. Además, en 1907 el club designó como presidente a Ricardo de Gondra y Lazurtegui, otro estudiante de la Escuela de Minas, lo que reforzó aún más la vinculación entre la entidad académica y el naciente equipo de fútbol. En 1921 el Athletic Club de Madrid se independizó completamente del club vasco y comenzó a forjar su propia identidad, lo que eventualmente llevó a cambiar su nombre por el de Club Atlético de Madrid. Lo que aquellos jóvenes no sabían es que, justo frente a su escuela, se levantaría otro edificio, donde, más de un siglo después, en lugar de excavar en la tierra, se extraerían ideas. Y entre estas, las que daría forma a la identidad de su Atlético de Madrid. De haberlo sabido, quizás hubieran pensado que todo estaba escrito en la historia de la ciudad. Que Madrid, en su caprichosa arquitectura, estaba dibujando una línea invisible entre el pasado y el presente, entre el origen de un club y la agencia encargada de contar su historia. El Campus WPP, inaugurado en 2019, ocupa el edificio que durante muchos años fue la sede de Telefónica. Hoy alberga a diversas agencias del grupo en un entorno integrado y colaborativo. A principios de 2025, en la sede madrileña del gigante de la publicidad mundial solo quedaba una compañía por integrarse físicamente: Sra Rushmore, la agencia responsable de construir el relato moderno del Atlético de Madrid. ¿Casualidad? Marta Rico está completamente segura de que esto no es una coincidencia. La socia fundadora y directora general creativa de Sra Rushmore ha liderado la creación de este nuevo espacio, junto al estudio Urban Matters. «Nuestro objetivo fue siempre mantener el ambiente acogedor de un hogar, como era nuestra antigua oficina de Gran Vía», dice Rico. «Nos hemos traído todo y hemos completado la decoración con muebles de mercadillo y de segunda mano». El interiorismo de Sra Rushmore se aleja del típico look de agencia creativa moderna y mantiene una estética más clásica y hogareña, como si fuera la casa de una señora mayor inglesa. Vamos, la mismísima Sra Rushmore. Papeles pintados con motivos florales en las paredes, lámparas clásicas, aparadores, vitrinas y otros muebles de madera que contrastan con la frialdad del cristal y el hormigón, elementos que predominan en el edificio, hacen de este espacio un lugar acogedor, con alma y personalidad, muy diferente a lo que cualquiera imaginaría encontrar en una de las agencias de publicidad más punteras del país. En Madrid, en la calle Ríos Rosas, dos edificios se miran desde hace más de un siglo, conectados por un hilo invisible del destino. En uno, un grupo de estudiantes soñó con un equipo que jugaría con pasión y orgullo. En el otro, un equipo de creativos da forma a su historia y a su espíritu de lucha. Entre el hierro de las minas y las ideas que vuelan alto, entre el pasado y el presente, sigue latiendo el mismo corazón rojiblanco.