Nave estelar USS Voyager. Capitana en el puente. Hombres grandes como castillos a sus órdenes. No menos inteligentes, pero saben que ella es mejor. Fanáticos de Star Trek —la mayoría, hombres— no lo creen así aunque han pasado 16 años desde que finalizó Star Trek Voyager (dada a conocer en España por Netflix).
Era 1995, 22 años antes de que la BBC se atreviera a transformar al doctor Who en doctora, cuando CBS puso al mando de una nave estelar a una mujer. El feminismo no era un nicho de mercado. Ese mismo año se estrenó Xena, pero la semidiosa no tuvo opositores. Xena no ocupaba el lugar de un hombre. Es una semidiosa de fabulosa fuerza.
La capitana Kathryn Janeway es una persona corriente, sin superpoderes, enfrentada a una situación dramática. Una fuerza extraña aleja al Voyager 75 años de la Tierra, llevándola a una zona del espacio desconocida y hostil. Un argumento apropiado para un macho alfa, un salvador. Sin embargo, los hombres en la ficción no cuestionan los méritos de Janeway para dirigir el regreso a casa.
Star Trek fue concebida por Roddenberry como una utopía sin clases sociales basada en la meritocracia. ¿Por qué una mujer no podría, por méritos propios, capitanear una nave? Una parte de la audiencia norteamericana soportó en su momento, en los 60, que Uhura fuera telefonista con el grado de teniente. La decisión de incluir al personaje fue valiente: era una mujer negra con rango militar en una ficción, en principio, para blancos. Incluso Martin Luther King dijo que Uhura era una inspiración.
Los creadores de Voyager, Berman y Braga (escritores de Star Trek, La nueva Generación) pensaron que era el momento de una capitana. Si las redes sociales hubieran existido, quizá Janeway habría sido cuestionada antes del primer episodio.
Sheldon Cooper representa al aficionado machista. Tan solo en una ocasión menciona Star Trek Voyager y solo porque lista la saga. Un tanto extraño porque The Big Bang Theory y la franquicia de Star Trek pertenecen a la misma casa: la CBS. Pero Leonard, Sheldon y compañía están creados a imagen del fanático estándar que rechaza la serie de la capitana aunque Star Trek Voyager tiene siete temporadas con guiones que siguen la senda de las anteriores entregas.
La búsqueda en Google de los términos ‘hate [odio] star trek voyager‘ arroja cientos de páginas. Debates en foros de la serie, Quora y Reddit. Hay blogs que desglosan durante páginas el odio por la serie (por la capitana). Janeway no es la única mujer fuerte en la serie. Están B’elanna, la jefa de máquinas, y Siete de Nueve, experta en distintas tecnologías alienígenas. Sin embargo, la capitana concentra la animadversión.
Los odiadores listan «los errores» de la capitana. ‘Inepta’ es la palabra más usada para calificar la conducta de Janeway. Hay un doble rasero. Lo que en Kirk y Picard son virtudes, en Janeway son defectos. Así, Picard es paternalista; Janeway, moralista. Si Kirk usa la nave para rescatar a un tripulante, le conceden la virtud del compañerismo. En similares circunstancias, Janeway está considerada inepta por emplear los recursos de la nave para rescatar a una persona.
En momentos dramáticos, Kirk tiene sexo con mujeres extraterrestres. A Janeway no se le perdona que se divierta en momentos de calma en un programa de realidad virtual.
La acusación más grave: Janeway tiene sentimientos y flaquezas. Una acusación claramente machista. Estos fanáticos creen que para liderar una nave estelar, una mujer debe ser de acero frío. Incluso en la intimidad. El error de estos seguidores es grande. Demuestra ignorancia o maldad. Los sentimientos no son un punto débil ni deslustra méritos ni a hombres ni a mujeres: forman parte de una personalidad poliédrica.