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Reproducir, reproducir y reproducir, en eso consisten las técnicas del grabado y de la estampación

técnicas de grabado y estampación

Desde la antigüedad, se han ido desarrollando multitud de técnicas de reproducción en serie. Estas técnicas se basan en la presión de una superficie, donde está el gráfico a reproducir, sobre un soporte definitivo, habitualmente papel, aunque también puede ser de tela u otros materiales. Pero antes de explicar cuántas maneras diferentes hay de estampar y grabar, tenemos que conocer algunas cosas más.

En primer lugar, hay que entender ciertos conceptos asociados a estas técnicas. Conceptos como estos:

¿Lo tienes? Vale, ahora sí, vamos a pasar a lo importante. Según el material del que esté hecho la matriz, hay distintas técnicas de estampación. Algunas de las más comunes y conocidas son estas:

Grabado en relieve

Es muy habitual en la creación de sellos y otras obras artísticas artesanales ya que se puede realizar en casa o en un estudio pequeño. Eso sí, el grabado en relieve tiene limitaciones en cuanto a degradados y tonalidades dentro de una misma matriz. Para cualquier cambio de tono debe utilizarse una segunda matriz o debe entintarse la matriz por partes. Además, debe tenerse en cuenta, sobre todo en textos, que el dibujo de la matriz quedará volteado al estamparse, como en un espejo.

Existen distintos tipos de grabado en relieve:

Xilografía: Matriz de madera

Esta técnica consiste en quitar materia con gubias (un tipo de formón delgado de media caña que se usa para labrar superficies) y dejar en relieve las zonas a estampar. Cuando el relieve está listo, se entinta la matriz con un rodillo y, gracias a la presión de una prensa, se transfiere al papel u otro soporte, como la tela, para la que debe usarse una tinta específica.

    ‘Gran ola’ de Kanagawa

 

Linografía o linograbado: Matriz de linóleo

Hoy en día es muy habitual utilizar linóleo u otros materiales sintéticos, pero el proceso es el mismo que en la xilografía.

Golpe en seco

A través de un relieve sobre la matriz y una prensa se estampa un bajorrelieve sobre el papel. Al contrario que en las otras técnicas, aquí no se utiliza la tinta.

 

Fotograbado

A diferencia de la xilografía y linografía, se puede partir de una imagen digital, impresa sobre acetato con tinta negra, para un resultado muy preciso y menos manual. Como su propio nombre indica, consiste en crear un bajorrelieve a través de la exposición a la luz de una emulsión fotosensible, un fotopolímero, que compone la matriz. El fotograbado permite una precisión fotográfica y, al igual que otras técnicas de grabado en relieve, también sirve para crear sellos.
Edward S. Curtis

 

Grabado en hueco

Estas técnicas permiten una gran gama de claroscuros a partir de una misma matriz y un detalle en el trazo que pocas técnicas de estampación alcanzan. De la misma forma que en el grabado en relieve, la imagen quedará volteada al grabarse. Y, como en el caso anterior, también hay distintas maneras de hacerlo:

 

Calcografía: Matriz de cobre o zinc

Estamos ante una técnica muy elaborada que requiere de un taller con ácidos y otros materiales que pueden ser peligrosos. Por eso, la recomendación es que acudas a un taller o curso si quieres iniciarte en esta técnica.

Consiste en crear unas rebabas o surcos sobre el metal en los que la tinta, aplicada de nuevo con un rodillo, quedará fijada para ser transferida al papel u otro soporte. Es importante eliminar el exceso de tinta con una tarlatana o similar para asegurar que solamente queda adherida en los surcos. Existen varias formas de crear, sobre la matriz metálica, el gráfico a reproducir que, a menudo, se mezclan:

 

La punta seca, buril o talla dulce

Gracias a la presión que ejerce el dibujante con alguna de estas herramientas sobre la plancha de metal, se crean los huecos a entintar. Cuanto más profundo el surco, más tinta almacenará y más oscuro será el trazo. Esta técnica es la más sencilla, ya que no requiere de barnices ni ácidos, aunque precisa de mucha presión manual que puede resultar demasiado para algunas personas.

 

Aguafuerte

Para crear los huecos sobre el metal, en primer lugar se aplica un barniz por toda la matriz y, a continuación, se dibuja sobre el barniz raspando con una herramienta. Estas herramientas suelen ser finas, permitiendo rayados y detalles precisos en los dibujos. Después se sumerge la plancha en un ácido que morderá el metal y creará los surcos donde se almacenará la tinta. Este proceso debe realizarse varias veces para lograr distintas intensidades de grises: cuanto más tiempo haya mordido el ácido el metal, más oscuro será el resultado. Estas reproducciones se caracterizan por el trazo, la línea y el rallado.

‘El sueño de la razón produce monstruos’, Francisco de Goya

Aguatinta

De forma similar al aguafuerte, la matriz de metal se expone a ácidos cubriendo ciertas zonas de barniz y dejando que otras queden expuestas a la acción del mordente. Pero, a diferencia del aguafuerte, previamente debe espolvorearse y fundir materiales granulados sobre la matriz. Al sumergir la superficie granulada en el ácido en distintos tiempos y por partes, conseguimos una escala de grises degradada y texturizada.

‘El coloso’, Francisco de Goya

 

Técnicas planográficas

Aquí también puede conseguirse una gran gama de claroscuros y degradados en una misma matriz. Igualmente, debemos dibujar teniendo en cuenta que la imagen quedará volteada al grabarse sobre el papel. Pasemos a describir algunas de las técnicas planográficas más conocida

 

Litografía: Matriz de piedra

En ella se utilizan elementos grasos, como ceras y diversas tintas, a los que se aplican ácidos que aumentan la capacidad receptiva de la tinta en las zonas grasas. Al entintar la matriz con un rodillo, las zonas no grasas repelen la tinta que queda adherida a las partes grasas. De nuevo, con la presión de un tórculo transferimos el gráfico al papel.
A diferencia de la calcografía, permite dibujar más libre y espontáneamente sobre la matriz, siempre y cuando la técnica utilizada sea la adecuada para el posterior proceso. También permite transferir impresiones en plotter a la matriz gracias a un proceso químico.

‘Diversión de España’, Francisco de Goya

 

Algrafía: Matriz de aluminio preparada

Como las matrices de piedra son escasas, caras y más difíciles de manipular, hoy se utilizan planchas de aluminio previamente graneadas. El proceso es exactamente igual que en la litografía.

 

Otras técnicas

Stencil: Plantilla, habitualmente de plástico

Sobre un acetato, vinilo o similar, se crea un recorte manual o a máquina. Al colocar el stencil o plantilla sobre el papel, tela, muro u otro material y entintar, con un rodillo, pincel, aerosol, etc., la pintura pasará por los huecos o quedará obstruida por la plantilla.

De la misma forma que en las anteriores técnicas de grabado, cada color requerirá de un stencil diferente. Esta técnica se ha usado mucho en el street art ya que se consigue un buen resultado rápidamente, sin necesidad de mucha luz o grandes despliegues, lo que ayuda mucho a los grafiteros a dejar su huella sin ser vistos.

‘Bethlehem Wall Graffiti’, Banksy

 

Serigrafía: Matriz de tela

La serigrafía ha ganado mucha popularidad ya que permite reproducciones sobre prácticamente cualquier material, como prendas de ropa o tablas de skate, mientras se disponga de la tinta y bastidor adecuados para ese soporte.

Como cualquier técnica, tiene sus limitaciones. En este caso, se trata de la problemática de los degradados y matices de color, ya que esto solo es posible usando distintas matrices, que en serigrafía se llaman pantallas. Un truco para crear degradados es usar tramados punteados, algo que se puede conseguir a partir de una fotografía o dibujo usando Photoshop u otras herramientas digitales. Pero esta solución aporta una textura y sensación que puede distar mucho del resultado esperado.

Para grabar la matriz se usa un bastidor con una tela en la que quedan obturadas las zonas donde no debe haber tinta y dejar pasar la tinta por las partes que interesan, como si de un stencil se tratara.

Aunque hay muchos métodos manuales, lo habitual es, tras aplicar un material fotosensible, cubrir con negro opaco las zonas que deben llevar tinta: bien sea imprimiendo el gráfico con un plotter sobre acetato o pintando directamente sobre él o creando recortes que colocamos sobre el bastidor.

Lo importante es cubrir de negro opaco para que el material fotosensible no quede ahderido en esas zonas y así crear los huecos por donde pasará la tinta. Después, hay que insolar el bastidor idealmente en vacío y durante un tiempo calculado. Por último, se eliminan los residuos fotosensibles con una karcher o agua a presión e, intentando ser lo más precisos posibles, se pasa la tinta, que es bastante líquida, con una rasqueta.

En este caso, igual que con los stencil, no hay prensa, la presión se ejerce manualmente con la rasqueta. Aunque ya existen máquinas que automatizan varias partes de este proceso, mesas que aspiran el papel para que no se mueva y pulpos que permiten intercambiar matrices rápidamente sobre un mismo soporte.

Pulpo o máquina de serigrafía textil manual de 6 colores
‘Díptico de Marilyn’, Andy Wahrhol

 

Risografía

Es un sistema de reproducción digital reciente. Con apariencia de fotocopiadora, consiste en una matriz en forma de rodillo que deja pasar la tinta en algunas zonas y en otras queda obturada, como con un stencil. Es similar a la serigrafía pero más automatizada y de bajo coste. Lo complicado en esta técnica es encontrar una máquina.

Print en risografia a dos colores en formato A3, Mario Felipe

Muchas de estas técnicas tienen siglos de tradición y han sido utilizadas por grandes artistas a lo largo de los siglos. Se han ido perfeccionando y han surgido alternativas que abaratan costes y las democratizan. Algunas requieren de una gran planificación, espacio y materiales. Otras son sencillas y permiten un gran margen de experimentación en un espacio pequeño. Los medios digitales, como los plotters, han permitido aumentar las posibilidades y resultados, que pueden ser muy variados.

¿Quieres un consejo? Investiga, aprende, experimenta… No hay nada como mancharse las manos, entender el proceso y lograr el resultado esperado o no. En el proceso y en los errores está el aprendizaje.

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