Y un día, después de algunos avisos que tu cuerpo te manda en forma de desajustes y subeibajas hormonales, la menstruación te dice adiós. Has cumplido un ciclo, uno más, y entras en otra etapa, la menopausia, que, te han contado machaconamente, es peor. ¿Peor? ¡Y una mierda!
Si la regla está estigmatizada, la menopausia pasa por algo aún más grave: el silencio. No se habla, no se cuenta, no pasa. Igual que ya existen iniciativas para desestigmatizar algo tan natural como la menstruación, tres directoras de arte, Andrea Proenza, Lua Delgado y Carol Benito han creado en Instagram el proyecto Menopause Canvas, en el que invitan a mujeres que estén pasando por esta etapa a contar sus experiencias con la menopausia con una compresa, salvaslip, tampón o copa menstrual como lienzo.
«Pretendemos crear conversación sobre la menopausia, dar visibilidad y redefinir conceptos y tabúes», explican las tres creativas. «Queremos contar historias y dar información sobre esta etapa tan estigmatizada y escondida por la sociedad».
«Eres vieja, quién te va a desear ahora» o «se te ha pasado el arroz» son algunos de los comentarios que pesan sobre las mujeres, cansadas de oírlo repetir en una sociedad patriarcal que debe extinguirse. Algo se ha avanzado con la menstruación, aunque aún queda mucho camino por recorrer en ese sentido.
«Lo que ocurre con la menopausia es que directamente no se habla de ella. Es algo que tenemos interiorizado como negativo, pero todavía muy poca gente (y todavía menos en la publicidad y otros medios) se atreve a dar el paso de empezar la conversación sobre ella», afirman Benito, Proenza y Delgado. «Nosotras sentimos que esa invisibilización es todavía más perjudicial. La mayoría de mensajes que recibimos por parte de la sociedad es que envejecer es negativo y tienes que mantenerte joven, o al menos aparentarlo, especialmente cuando eres mujer. Así que nadie quiere decir que ha llegado a esa fase de la vida y, por lo tanto, nadie habla de ello».
Tocaba decir basta ya y abrir mentes, y mostrar lo positivo de vivir una experiencia de vida más, de dejar claro que la plenitud no es algo que se alcance por tener o no la regla, y hacerlo de una manera real, no idealizada. Tocaba dar voz a esas mujeres.
«Nuestra idea es dar visibilidad al proceso de la menopausia (todo el conjunto de síntomas que se puede alargar varios años en realidad se conoce como climaterio) con todo lo que ello conlleva. No pretendemos dulcificar esta etapa, para cada mujer es una experiencia diferente y está llena de matices. Pretendemos dar voz a historias reales y contar tanto las partes positivas como las negativas, así que de ella hay que hablar como de muchas otras cosas en la vida, como algo natural. Sin adornar ni ocultar nada».
Usar compresas y otros productos higiénicos como lienzo en blanco para mostrar esos testimonios reales tiene mucho de simbólico. «Las compresas, salvaslips, etc., nos acompañan durante todo el periodo fértil, es algo que está con nosotras mes a mes, hasta que de repente un día ya no está», explican las creadoras de The Menopause Canvas.
«De hecho, nos dimos cuenta de que algunas mujeres seguían guardándolos en el armario en lugar de tirarlos, en muchos casos como un “por si acaso”, como no queriendo afrontar que llegaban a esa nueva etapa de su vida. Por esas dos cosas nos parecía que había algo de poesía en utilizarlos tanto para naturalizar la menopausia como para despedir esa etapa anterior».
La vida, dicen los sabios, es un camino largo que se recorre a fuerza de dar pasos. La menopausia es una etapa más en ese trayecto, un paso más en la trayectoria vital de una mujer. Y el viaje, a pesar de los escollos, merece la pena. Que no nos lo estropee un prejuicio.
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