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Tinder en el pueblo: ¿es fácil ligar por una app en el entorno rural?

Cuando se habla de las virtudes de las app de citas y cómo han revolucionado el «mercado de la carne» se tiende a dar una visión sesgada. Porque Tinder y otras apps del mismo estilo permiten conocer gente nueva de forma fácil y además muy efectiva (al menos de cara a mantener encuentros sexuales), pero solo en lugares donde es fácil encontrar desconocidos con los que quedar, en un corto radio de distancia. Algo que en el entorno rural no ocurre.

Tinder no siempre soluciona los problemas que hay para ligar en el pueblo, y por eso muchas personas acaban renegando del uso de este tipo de apps. Sin embargo, para quien no desista y esté convencido de que el mundo de las citas virtuales, por derecho, debería ser para todo el mundo, aquí van algunas ideas, basadas en los relatos reales de personas que han activado sus apps de citas en pueblos con un reducido número de habitantes.

Porque conocer gente nueva en una ciudad en la que no conoces ni a tu vecino es fácil, pero en un pueblo en el que todo el mundo sabe quiénes son tus padres, resulta más complejo. Así que si el objetivo es encontrar caras nuevas, en menos de 30 kilómetros la cosa va a estar difícil. Sin embargo, tampoco te pases si no quieres vivir a base de relaciones de larga distancia; por eso en torno a los 150 km suele ser la opción más acertada.

Según Carolina, de 33 años, «si eres la camarera del bar del pueblo, si te ven en Tinder, todo el mundo piensa que puede entrarte», por eso insiste en que «para evitar cotilleos es mejor poner la información justa en tu perfil, y solo dar más datos a quién realmente te interese».

Otra opción es utilizar la opción de bloquear para evitar que no te cotillee la gente que no quieres; por ejemplo, a todas esas personas con las que ya has tenido sexo y tienes claro que no quieres repetir, o a los amigos de tu padre, «que también están en Tinder».

Así que siempre será mejor que cuentes con transporte propio, o que al menos uno de los dos tenga coche. Aunque mejor si eres tú mismo, para no depender solo de la logística de la otra persona, o por si prefieres irte cuando quieras, si la cosa no termina de fluir del todo. Ten siempre un plan B o de emergencias, y comenta a alguien dónde te desplazas.

La idea es buscar un punto intermedio al que ambos os podáis desplazar, en el que haya gente que no os conozca a ninguno, que tenga algún sitio donde tomar algo, comer o cenar. «Y que tenga cerca un hotel bueno, bonito y barato cerca» al que se pueda recurrir en el caso de que os queráis tomar el postre, apunta de nuevo María. Vamos, que consultes la zona antes de cerrar la cita.

«Incluso aunque solo tengas pensado quedar para un revolcón, mejor pedir varias fotos para no llevarte una sorpresa», insiste de nuevo Carolina. Aun así, recuerda que en persona no todo el mundo es igual que en foto; mejor saber que, si al final no hay sexo, el rato que pases con esa persona será ameno, así que intenta que las charlas previas sirvan para saber si tenéis un mínimo de feeling.

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