«La forma es la parte inferior que se eleva a la superficie». Lo dijo Víctor Hugo y la creativa francesa Beatrix Gevigney lo ha tomado como base para su nuevo proyecto tipográfico. Las letras que ella ha diseñado están inspiradas en emociones humanas verdaderas. Un abecedario como salido de dentro de los rostros que encontramos en Fubiz.
La D, según Gevigney, es de duda (dubitatif), y también son unas cejas encorvadas y unos labios volteando en sentido opuesto. La L es de lloroso (larmoyant), y requiere una boca fina y plana forzosamente cerrada, para darle su arista vertical a la letra. La R es de Rageur (enfado en francés), y los pliegues que brotan alrededor de una nariz enojada simbolizan perfectamente la parte inferior de ese símbolo alfabético. Las curvas de la S de sorpresa (surpris) giran en un rostro por sí mismas.
La autora, según describe en su presentación, tomó las esquinadas formas de la tipografía Helvetica como abono y comenzó a darle un sentido humano a ese abecedario digital.
Una persona tras otra, hasta 26, fue transformando las expresiones faciales de sus modelos en símbolos alfabéticos. Primero debía pintar meticulosamente los rostros para que no quedara ni una T sin sus vértices ni una O sin sus curvas. Lo siguiente era convencer a la personificación de su tipografía de adquirir el gesto que simbolizaba su dibujo. Por último, había que escoger la foto que hubiera cazado la letra perfecta dentro de la cara perfecta. De ahí brotaría la estructura del símbolo en sí. «Se llama Tipografía Humana (Human Type)», da por explicado el por qué Gevigney.
«Cada letra corresponde a un sentimiento», indica. «Cuando el sujeto cobra vida, la letra se pliega a la expresión de su rostro». Cuando le piden que defina las características de su nueva tipografía las medidas que ofrece son «emocional y humana».
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