Categorías
YSchool

Traductor simultáneo: NPC, el don nadie ‘boomer’ traducido a lenguaje de la generación Z

En todo grupo social que se precie, siempre hay un personaje anodino, alguien que pasa por la vida sin llamar la atención, sin distinguirse del resto, sin esencia. A eso que los boomer llamamos un pan sin sal, un soso, un don nadie, los Z los llaman, con cierta mala baba, NPC.

Una generación que ha crecido jugando a videojuegos es lógico que incorpore a su lenguaje palabras de este ámbito. Las siglas NPC (non playable character) son una muestra más de ello. Un NPC es un personaje manejado por la máquina, no por el jugador. Una especie de secundario que pulula por el juego sin intervenir en la acción, o, como mucho, para decirle un par de frases (siempre las mismas) al protagonista o darle alguna instrucción o información que le resulte útil para su estrategia.

Llevado a la vida real, alguien a quien califiquen de NPC sería algo parecido. Está, pero no está. No se le ve, no se le distingue del resto. Pasa por la vida sin hacer ruido, o, como mucho, diciendo siempre las mismas cosas. No molesta, pero no aporta. Para muchos Z es alguien sin personalidad ninguna, que viste sin salirse ni un poquito de la estética de su grupo social. No es alguien tonto ni listo, es, sencillamente, invisible.

Y decíamos lo de la mala baba al comienzo de este artículo porque al llamar NPC a alguien, el zeta que lo usa enseña la patita de cierta soberbia, un ‘llegó la mami’ orgulloso de quien se siente con poderío y pisa el mundo con paso firme (aunque luego el mundo se lo coma a él o amenace con hacerlo).

En un artículo de El Mundo se decía que el uso de NPC como insulto se recogió por primera vez en un artículo publicado en el diario The Independent en 2018. Al parecer, había salido de foros como 4chan y Reddit, y lo usaban seguidores de Donald Trump para insultar a los demócratas, acusándolos de ser incapaces de pensar por sí mismos. Nada más que añadir, señoría.

Últimamente, NPC se ha convertido en tendencia en TikTok. ¿Porque los usuarios la usen con alguna acepción especial? No, porque un buen número de influencers que habitan ese espacio se lo llevan crudo imitando los comportamientos típicos de los NPC de los videojuegos, moviéndose como ellos y diciendo siempre la misma frase, cuando reciben money money de los espectadores.

La gracia no la encontramos por ningún lado, pero qué queréis, somos boomers, no nos pidáis demasiado.

Por Mariángeles García

Mariángeles García se licenció en Filología Hispánica hace una pila de años, pero jamás osaría llamarse filóloga. Ahora se dedica a escribir cosillas en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Yorokobu Plus porque, como el sueldo no le da para un lifting, la única manera de rejuvenecer es sentir curiosidad por el mundo que nos rodea. Por supuesto, tampoco se atreve a llamarse periodista.

Y no se le está dando muy mal porque en 2018 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes, otorgado por la Asociación de Prensa de Valladolid, por su serie Relatos ortográficos, que se publica mensualmente en la edición impresa y online de Yorokobu.

A sus dos criaturas con piernas, se ha unido otra con forma de libro: Relatos ortográficos. Cómo echarle cuento a la norma lingüística, publicada por Pie de Página y que ha presentado en Los muchos libros (Cadena Ser) y Un idioma sin fronteras (RNE), entre otras muchas emisoras locales y diarios, para orgullo de su mamá.

Además de los Relatos, es autora de Conversaciones ortográficas, Y tú más, El origen de los dichos y Palabras con mucho cuento, todas ellas series publicadas en la edición online de Yorokobu. Su última turra en esta santa casa es Traductor simultáneo, un diccionario de palabros y expresiones de la generación Z para boomers como ella.

Salir de la versión móvil