En esta vida, todo es cuestión de actitud. Puedes ir por el mundo pasando discretamente por él, sin hacer ruido, a lo tuyo, vestidita y vestidito con tu chándal o tus vaqueros del montón, o puedes tirar de poderío, calzarte unos tacones (también mentales) y decir aquí estoy yo con todo mi power y mi cuerpo serrano, vestida para matar de amor y de envida, claro que sí. Pues a esto último es a lo que se refieren los más jóvenes con la expresión servir coño.
Puede parecer ordinario al casto oído de boomers biempensantes, pero es hora de que nosotras empecemos a hacer ruido para que se note que estamos aquí. Ese carácter feminista y reivindicativo está muy claro, muy rotundo y muy potente en ese coño, con su virgulilla bien plantada y en todo lo alto. Y a quien moleste escucharlo o leerlo, pero no le escandalice un con dos cojones, que se lo empiece a hacer mirar. Procedente, al parecer, del mundo drag, invita a dar la mejor versión de una misma y de uno mismo. Según Diccet, podría ser un calco del inglés serve pussy.
Ir por la vida sirviendo coño, o simplemente sirviendo, que también se puede acortar así, es ponerse guapa y guapo (que esto va de igualdad) por dentro, pero sobre todo por fuera, para decir «aquí estoy yo y he venido a dar gloria al mundo», ¡ea! Porque para servir hay que hacerlo desde el aspecto físico, nada de mensajes sutiles. Posar como Rosalía y sus motomamis y creértelo. Que si la sonrisa en la boca es capaz de contagiar alegría y optimismo, servir coño con tus mejores galas es también una actitud orgullosa, reivindicativa y viral (por lo contagioso).
«Hoy aquí hemos venido a servir», le espetó Ana Mena en las campanadas de fin de año que retrasmitió TVE a un descolocadísmo Ramón García vestido con chaqueta rosa chicle en la que no terminaba de verse. ¿Pensó el presentador que le estaba llamando camarero, con eso de servir? No tengo pruebas, pero tampoco dudas de que el buen hombre no captó el mensaje de su compañera. Toda una reivindicación de la libertad de ser uno mismo y vestirse y hacer lo que te haga feliz. Pues eso, sirviendo.