«Cuando se padece insomnio nada es real. Todo se distancia. Todo parece la copia de una copia de otra copia». Eduard Norton describe así el estado de excepción de la conciencia después de muchas noches en blanco. Una de las personas entrevistadas para Paradisomnia, el proyecto de ilustración de Jeison Malagon, extrajo esta frase de El club de la lucha para explicar cómo contamina nuestra mente pasar días peleados con la almohada.
Malagon, joven de dormir y diseñador afincado en Colombia, ha retratado cinco trastornos. El reto era grande: plasmar colapsos psicológicos y resumir en un par de imágenes las ansiedades que detona cada uno. Parálisis del sueño, sonambulismo, apnea del sueño, narcolepsia e insomnio.
Una sonámbula que ve insectos como puños revoloteando sobre la cama y trata, aterrorizada, de matarlos a almohadazos. Un joven momificado en su propia sábana, acechado, hostigado por sombras monstruosas: es la parálisis del sueño, un despertar de la mente mientras el cuerpo sigue dormido; de pronto, la carne pesa como una losa, te sientes sepultado por tus propios huesos. También un hombre con apnea del sueño que se ahoga y siente que la falta de aire le descuartiza las extremidades y luego despierta y descubre que sus amigos están riéndose de él.
El ilustrador padece sonambulismo y parálisis del sueño desde pequeño. Siempre que hablaba del tema recibía dos reacciones en sus interlocutores: pensaban que era algo gracioso o le otorgaban explicaciones paranormales. Tuvo que llegar a la universidad para conocer que eran enfermedades diagnosticables y tratables. La serie nace de esta carencia: el objetivo es «cambiar imaginarios e informar», cuenta a Yorokobu.
Los dibujos reflejan cómo la imaginación del somnoliento acaba deformando el mundo. En una de ellas, una joven camina por una calle gris y apagada, los rostros del resto de personas aparecen borrados por interferencias, sin identidad.
«Esta ilustración se basa en una experiencia de una chica que pasaba días sin dormir, y las pocas horas que lo conseguía no resultaban reparadoras. Con los días el mundo perdía definición y la comida perdía sabor, y sentía que ya no veía el mundo con la misma intensidad», relata.
Como dormidor precario, Jeison cuenta con su experiencia y su propia perspectiva; no obstante, inició una investigación para no contaminar los dibujos con una sola óptica. «Quería abordar el tema desde el punto de vista de lo que siente el paciente y no de la definición médica». Primero, habló con un psiquiatra especializado para adquirir una visión de conjunto. Más tarde, entrevistó a más de 60 pacientes de España, Argentina, Chile, México y Colombia. «Me ayudaron con anécdotas y experiencias bastante fuertes; eran tantas que tuve que tomar varios puntos de vista de cada trastorno e ilustrar cada uno con tres imágenes».
Durante el desarrollo del trabajo, cobró conciencia de cómo, a lo largo de la historia, la imagen ha construido la enfermedad, sus diagnósticos y sus estigmas. La ciencia, en ocasiones, ha aprovechado la representación gráfica a conveniencia para consolidar teorías.
«Durante el proyecto leí sobre la clínica Salpêtrière de París. Allí se trataba de calificar la histeria como una enfermedad a través de registros fotográficos». Con el tiempo, se descubrió que se habían desvirtuado las fotografías en un intento de validar la histeria: «Eso demuestra lo mucho que dependen de la imagen algunas ramas de la medicina como la psicología», remata.
A juicio de este dibujante, los trastornos del sueño han sido poco representados a través del diseño y la ilustración. «Se ha explorado muy poco a través de imágenes», y cuando se ha hecho, se parían creaciones «plagadas de mitos y prejuicios».
Una de sus mayores influencias en esta serie es un pintor suizo del siglo XVIII, Johann Heinrich Füssli, que dedicó uno de sus cuadros a las pesadillas. El autor reconoce influencias más recientes como Little Nemo de Winsor McCay o, en especial, en términos estéticos y en sus esbozos oníricos, Paprika de Satoshi Kon. Malagon resume así la línea pictórica diseñada para el trabajo: «Un estilo cartoon» figurativo con una paleta de color estudiada para «aportar la atmósfera correcta de cada trastorno».
Paradisomnia puede dejar impasibles a las personas de sueño dócil y apacible. Ellos pueden, incluso, suponer que se trata de una serie de imágenes más relacionadas con la fantasía que con la realidad. Sin embargo, para las víctimas de estos fantasmas nocturnos, los dibujos de Jeison Malagon duelen como amenazas. Quienes los padecen saben que la mera mención a veces basta para conjurar una noche terrible.
3 respuestas a «El terrorífico mundo de los trastornos del sueño, en dibujos»
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[…] Comenzamos nuestro recorrido con los trastornos de los sueños ilustrados por Malagon: http://www.yorokobu.es/trastornos-sueno-en-dibujos/ […]
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