Imagina que te dijera que el próximo influencer viral en TikTok nació hace más de 2000 años, nunca utilizó un smartphone y sus stories duran siglos en lugar de 24 horas. Pues agárrate, porque Lucio Anneo Séneca, el filósofo cordobés que aconsejaba a emperadores romanos, está causando furor entre la Generación Z.
¿Cómo es posible que un pensador nacido en el año IV a.C. se haya convertido en el gurú de moda para milenials y centenials? La respuesta está en la atemporalidad de sus enseñanzas y en la sed de sabiduría de una generación que busca anclas en un mundo cada vez más caótico.
El estoicismo, la escuela filosófica a la que pertenecía Séneca, está experimentando un renacimiento en pleno siglo XXI. Sus principios de autosuficiencia, control emocional y aceptación de lo inevitable resuenan con fuerza en una época marcada por la ansiedad y la incertidumbre.
Según señala Massimo Pigliucci, profesor de filosofía en la City University of New York, «el estoicismo ofrece una filosofía de vida práctica y accesible» que ayuda a las personas a enfrentar los desafíos cotidianos. No es de extrañar que los jóvenes, bombardeados constantemente por noticias desalentadoras y presiones sociales, encuentren consuelo en las palabras de Séneca.
En TikTok, los videos con el hashtag #Seneca acumulan millones de visualizaciones. Una simple búsqueda de stoicism explained revela un universo de contenido donde miles de cuentas comparten regularmente citas y enseñanzas del filósofo romano, adaptadas al formato breve y dinámico de la plataforma.
Pero ¿qué tiene Séneca que engancha tanto a la generación del scroll infinito? Quizás sea su brutal honestidad, su capacidad para decir verdades incómodas sin filtros (y sin necesidad de la función de belleza de TikTok). O tal vez sea su habilidad para condensar grandes verdades en frases breves y contundentes, perfectas para la era de la atención fragmentada.
Son tres las máximas del filósofo cordobés las que más lo petan en redes sociales:
«La vida se divide en tres periodos: lo que fue, lo que es y lo que será. De estos, el presente es breve, el futuro dudoso y el pasado cierto»
Para una generación obsesionada con documentar cada minuto de su vida en Instagram y preocupada por un futuro incierto, esta cita de Séneca resuena con fuerza. ¿Por qué? Pues porque, con ella, el filósofo nos recuerda la importancia de vivir el aquí y el ahora, un mensaje que contrasta irónicamente con la naturaleza efímera de las redes sociales.
«No es pobre el que tiene poco, sino el que desea mucho»
Lo medimos todo en likes y seguidores: cuantos más acumulamos y conseguimos, más éxito tenemos, más valiosos somos. Sin embargo, Séneca nos recuerda que no es ahí donde está la verdadera riqueza, no en lo material ni en la validación externa. Un mensaje poderoso para una generación que lucha contra la presión de la comparación constante en redes sociales.
«No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas»
Sí, vale, el mundo laboral al que se enfrentan muchos jóvenes es precario y el futuro es incierto. Pero ¡qué demonios!, ¿vamos a rendirnos antes siquiera de haber empezado a intentar revertirlo? Esta máxima de Séneca es, pues todo un punch de motivación para quien quiera escucharla: buena parte de nuestras limitaciones son autoimpuestas. Echa mano del coraje que llevas dentro para superar los obstáculos.
Bla, bla, bla, bla… A veces, eso es todo lo que somos capaces de escuchar entre tanto discurso motivacional de coaches, gurús del emprendimiento y vendedores de fórmulas mágicas para el éxito. Buena parte de sus mensajes acaban sonándonos vanos, vacíos, solo frases que, aunque la intención sea buena, no llegan a permear en nuestro pensamiento.
En medio de este panorama, Séneca, sin embargo, suena como una voz auténtica y respaldada por el tiempo. Él no promete riquezas rápidas ni vidas perfectas. Su mensaje es más crudo, pero también más real y liberador.
«Séneca nos enseña a encontrar la felicidad y la paz interior, independientemente de las circunstancias externas», señala Ryan Holiday, autor de bestsellers sobre estoicismo. Un mensaje que contrasta con la cultura del hustle y el grind perpetuos que domina en muchas redes sociales.
Pero, reconozcámoslo, somos animales digitales. Y el propio Séneca tampoco sería ajeno a las redes sociales, aunque estamos seguros de que les prestaría la atención justa.
Su filosofía, pues, no solo es útil para obtener likes, sino que ofrece herramientas prácticas para navegar el complejo mundo digital. Aquí van algunas:
Sin embargo, no todo es color de rosa en este renacimiento estoico digital. Existe el riesgo de que las enseñanzas de Séneca se simplifiquen excesivamente o se saquen de contexto para encajar en el formato de 15 segundos de TikTok.
Además, como advierte el profesor William Irvine en su libro A Guide to the Good Life: The Ancient Art of Stoic Joy, existe el peligro de usar el estoicismo como una excusa para la pasividad o la resignación, en lugar de como una herramienta para la acción constructiva.
En un paisaje digital plagado de noticias falsas, teorías conspirativas y debates tóxicos, las enseñanzas de Séneca ofrecen un oasis de racionalidad y sabiduría. Su énfasis en el pensamiento crítico y la búsqueda de la verdad es más necesario que nunca en la era de la posverdad.
«El estoicismo nos enseña a ser ciudadanos del mundo, a preocuparnos por los demás y a buscar el bien común», afirma la profesora Nancy Sherman en su libro Stoic Wisdom: Ancient Lessons for Modern Resilience. Un mensaje que podría ayudar a contrarrestar la polarización y el individualismo extremo que a menudo dominan las redes sociales.
Es fascinante pensar que las palabras que Séneca escribió hace dos milenios en pergaminos ahora se comparten en forma de videos de 15 segundos. Este fenómeno nos demuestra que, a pesar de todos nuestros avances tecnológicos, seguimos buscando las mismas respuestas a las grandes preguntas de la vida.
La popularidad de Séneca en TikTok no es solo una moda pasajera, sino un testimonio de la sed de sabiduría y orientación que existe en las generaciones más jóvenes. En un mundo que cambia a velocidad vertiginosa, las enseñanzas atemporales del filósofo cordobés ofrecen un ancla de estabilidad.
Séneca probablemente nunca imaginó que sus palabras llegarían a millones de personas a través de una pantalla táctil 2000 años después de su muerte. Sin embargo, aquí estamos, compartiendo sus citas en TikTok y encontrando consuelo en su filosofía milenaria.
Está claro que, a pesar de todos nuestros avances tecnológicos, las preocupaciones fundamentales del ser humano siguen siendo las mismas: cómo vivir una vida plena, cómo enfrentar la adversidad, cómo encontrar la felicidad. La verdadera sabiduría no necesita filtros ni efectos especiales. Su mensaje, crudo y honesto, es un antídoto refrescante contra la superficialidad que a menudo domina las redes sociales.
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