Es como una ruleta rusa pero en vez de balas hay personas. Entra en la web de Chat Roulette, conecta tu cámara y empezarás a ver personas de cualquier parte del mundo que están conectadas en ese momento. Alguien aparecerá al azar. Si te gusta, puedes hablar con él o escribirle en el chat adjunto. Si no, puedes pasar al siguiente, a ver a quién encuentras.
Chatroulette vuelve a dejarlo claro. Los early adopters y las personas que más experimentan con Internet son los niños, los asiáticos y los fans del porno. En un espacio de media hora aparecieron unos niños rusos…
Un joven de China trabajando desde su oficina. Entre caracteres chinos y caracteres latinos mantuvimos una conversación amable y divertida. Acabó llamando a sus compañeros de trabajo y todos nos despedimos con el gesto universal de “adiós”…
Un gato bailando. El usuario de esa webcam prefería hacer reír al que encontrara al otro lado…
Un hombre ocupado con su muñeca hinchable. De este tipo de escenas aparecieron varias… ¡Confirmado! En Internet hay mucho sexo.
Un comedor de gusanos en directo. Repugnante pero ahí te quedabas viendo el espectáculo…
Y alguien que se ocultaba tras el negro de su cámara web desconectada y te dirigía a su mail personal para hablar de sexo.
¡¡Un experimento genial!! Gracias, Oscar Hormigos.