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Los emprendedores sociales no son muy razonables

«El hombre razonable se adapta al mundo. El irrazonable persiste en adaptar el mundo a sí mismo. Por lo tanto, todo progreso depende del hombre (y mujer) irrazonable». Estas palabras las dijo el dramaturgo inglés George Bernard Shaw, que ganó el Premio Nobel de Literatura y un Oscar, además de ser cofundador de la London School of Economics.

(Yorokobu + Teamlabs)

La frase lleva años inspirando la filosofía del Unreasonable Institute, una de las aceleradoras más reconocidas a nivel mundial. Fue cofundada por Daniel Epstein, persona que suele impactar con sus palabras a todo aquel que asiste a una de sus charlas, y que recibió el premio “Entrepreneur of the World” otorgado por el Global Entrepreneurship Forum. Según este punto de vista, los «irrazonables» son aquellos que no se conforman con lamentarse con los problemas del mundo, sino que creen que ellos pueden cambiar algo. El informe de impacto y resultados de esta organización sitúa el número de personas beneficiadas por sus diferentes proyectos en más de 7 millones de personas.

Los problemas que toman entre sus manos estos emprendedores son muy variados: pobreza, falta de acceso a agua potable, tráfico, injusticia social, falta de acceso a servicios financieros o salud… Estos emprendedores ven oportunidades en estos problemas y trabajan en crear modelos de negocio que puedan resolverlos a gran escala.

Unreasonable Institute organiza por primera vez en España Unreasonable Labs Spain. Lo hace de la mano del laboratorio de aprendizaje Teamlabs, que ha añadido a la filosofía «unreasonable» otro ingrediente imprescindible: el del trabajo en equipo.

Juntos han abierto la primera convocatoria de un programa de entrenamiento intensivo de cinco días (del 13 al 17 de junio) sobre preparación para la inversión. Este programa, una especie de «hermano pequeño» del de cinco semanas que ofrece el instituto en Estados Unidos, se celebra en diferentes países del mundo y está dirigido a startups que quieran mejorar el mundo resolviendo problemas sociales o medioambientales. Durante esos días, dos miembros del equipo de cada una de las diez startups elegidas se reunirán con inversores y mentores y participarán en talleres prácticos que les ayudarán a preparar a su empresa para financiar su crecimiento.

«Esta iniciativa propone un experimento radical en España», cuenta Pedro Tomás Delgado, el primer emprendedor que ha pasado por el programa del Unreasonable Institute en Boulder (Colorado, EEUU). Delgado se subió a un barco junto a otros 10 emprendedores de muchas partes del mundo, como Congo, India o China, y a 20 mentores, entre los que se encontraban el arzobispo Desmond Tutu premio Nobel de la Paz— o Megan Smith, ex vicepresidenta de Google y actual CTO de la Casa Blanca, entre otros.

El español lidera un modelo que pretende democratizar el agua potable a través del control de las depuradoras. «Ojalá cada vez haya más gente que vaya por el camino de la economía social y de las empresas responsables. La única manera de ser sostenible es generando recursos», asegura Delgado, que cree firmemente que para conseguir el éxito hay que rodearse de un equipo que te ayude a crecer y a escalar. «Los socios son personas. Hay que fomentar las relaciones personales», recuerda. Y comparte otro truco que aprendió: «Si duermes poco y sueñas mucho, mal. Ahora comprendo que dormir las horas que necesitas te ayuda a focalizar el tiro. He aprendido a materializar y cumplir los objetivos, he aprendido a dormir un poco más y soñar un poco menos».

Max Oliva, cofundador Teamlabs, explica así la filosofía del laboratorio: «Somos una tribu. Personas normales y corrientes que se unen a un proyecto y montan algo realmente extraordinario». Oliva cuenta cómo ayudan a los emprendedores de alto impacto: «España ha evolucionado pero aún no es Silicon Valley. Estamos en camino. Mientras tanto, les ayudamos a prepararse para acelerar el capiltal, les formamos en negociación e implementamos un método para que sean conscientes de lo que tienen y busquen lo que les falta. Cuando todo está por hacerse es cuando más apasionante es un proyecto. Existe el falso mito de que siempre lo que falta es pasta. Pero antes de levantarla hace falta tener un modelo de negocio y un buen equipo».

¿Quiénes serán los elegidos?

En Unreasonable Labs Spain aseguran que cualquiera puede presentar su idea social al proyecto. Pero dan algunas pistas:

-Buscan ideas «irrazonables», proyectos sociales y medioambientales que quieran mejorar el mundo. Pueden ser con o sin ánimo de lucro.

-Es obligatorio que el proyecto sea de un equipo y no de un individuo, ya que tienen muy en cuenta el valor humano.

-Piden que la startup tenga ya un modelo de negocio validado, es decir, que tengan clientes.

Si estás interesado, puedes presentar tu candidatura hasta el 2 de mayo en este enlace.

Por Yorokobu

Yorokobu es, ya sabes, esta revista que estás leyendo.

2 respuestas a «Los emprendedores sociales no son muy razonables»

Es efectivamente eso. Para lograr grandes proyectos hay que salir de la norma, hay que mirar más allá donde otros no lo harían, hay que darle la vuelta a todo pensamiento y ponerlo en duda y por lo tanto, hay que trabajar la irracionalidad. Ser irracionales nos permite partir de una idea innovadora y potente que puede ser capaz de mover grandes esquemas, hasta los más sólidos. A partir de ahí, hemos de enfocar nuestros esfuerzos a hacerla realizable y eficaz.
Esta es la nueva forma de emprender, de hacerse un hueco en el mundo laboral y de aportar algo alternativo a la sociedad, no solo para el mundo en general, sino para nosotros mismos. Unreasonable Labs Spain apuesta fuerte y apuesta bien. Un saludo y muchas gracias por tu post 🙂

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